por grupo3estudios | Mar 31, 2015 | El Grial de tu Empresa

Cuando se habla de emprender y de Semana Santa, lo primero que se nos viene a la cabeza, probablemente pueda ser, terrazas, bares, hoteles, playas, y negocios relacionados con el descanso, con el ocio, etc. Pero realmente hay otro tipo de empresas y de profesionales que se relacionan casi y exclusivamente con esta época del año. Nos referimos a toda una serie de negocios que tienen su razón de ser en la Semana de Pasión, que no podrían existir sin la misma, y en los que probablemente, muy pocas personas se paren a pensar cuando se plantean la posibilidad de emprender.
Hoy vamos a hablar de negocios muy específicos, que requieren en muchos casos de profesionales con alto grado de formación y especialización, y que son grandes desconocidos para la mayoría de emprendedores y emprendedoras, e incluso de jóvenes que se están planteando un porvenir. Pero es necesario recordar que en muchos casos se trata de profesiones de futuro y además con las que se pueden obtener interesantes ingresos.
Hagamos un repaso. En un momento en el que las máquinas de coser entran de nuevo en las casas, los cursos de corte y confección vuelven a estar a la orden del día, y los “Burda”, aparecen otra vez en los quioscos, el bordado también se revaloriza. Ser bordador o bordadora profesional, tiene mucho que ver con la Semana Santa, de hecho esta festividad es culpable en gran medida de que no haya desparecido esta profesión milenaria. Es mucho lo que se borda por y para la Semana Santa. Los mantos de las vírgenes, la ropa de los tronos, los palios, los pendones, los estandartes, e incluso los hábitos de algunos de los penitentes, van bordados. Es una profesión que está en alza, existe de hecho una especialidad dentro de los estudios oficiales de las Escuelas de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos, así que si alguien siente inclinación hacia esta profesión que se entremezcla con el arte, debería de animarse, ya que es un nicho de empleo muy específico e interesante.
Otra profesión relacionada con la Semana Santa y que tiene en ella su principal razón de ser es todo lo que tiene que ver con la imaginería. Recordemos que es la especialidad del arte de la escultura, dedicada a la representación plástica de temas religiosos fundamentalmente con finalidad devocional, o lo que es lo mismo, las imágenes que vemos procesionar encima de los tronos. Los talleres imagineros están viviendo una época de esplendor y están generando puestos de trabajo, siendo además uno de los tipos de negocios que casi no se ha resentido con la crisis.
Con la orfebrería ocurre lo mismo que con la imaginería, siendo aún mayor su demanda, porque su nivel de utilización en todo lo que tiene que ver con la Semana Santa y sus desfiles profesionales, es muy profuso. Pero también está la carpintería, están los talleres de costura que se dedican a hacer los hábitos, e incluso, aquellos que se dedican a hacer los capirotes. Tampoco podemos olvidarnos de las velas, velones y similares. En definitiva son muchas las profesiones y las empresas que se relacionan con la Semana Santa, y que suponen un importante aporte tanto al mercado de trabajo, como a la economía en general. Al margen de devociones o de gustos más o menos folclóricos, esta festividad es muy importante desde el punto de vista económico, para muchas comunidades autónomas en nuestro país, ya que aunque Andalucía, o Castilla León, sean probablemente las más conocidas, hay otras muchas ciudades, provincias, etc., como Murcia, Elche, Zaragoza, Badajoz, entre otras, para las que la Semana Santa es fundamental, suponiendo un peso específico notable en su Producto Interior Bruto.
Esto nos lleva a reflexionar sobre la posibilidad a la hora de emprender, sobre todo cuando se vive en zonas en las que Pascua tiene una gran importancia, de plantearse el montar negocios que tengan que ver con estas actividades que se han mencionado y que tienen un nicho de mercado claro, accesible y fácilmente identificable. Así que ánimo
por grupo3estudios | Mar 24, 2015 | El Grial de tu Empresa

“Ya no estamos en la era de la información. Estamos en la era de la gestión de la información.” – Chris Hardwick
Está claro que emprender es una aventura. Y que por supuesto el componente de incertidumbre ante lo que puede suceder es un elemento presente, que además hace que «nos suba la bilirrubina». Son muchas las emociones que lleva aparejadas el poner en marcha un proyecto empresarial. Compartir esos momentos, y acompañar a las personas que emprenden es una de las mejores cosas que tiene este trabajo. Muchas son las decisiones que hay que tomar, muchos los aspectos a tener en cuenta. Poco a poco aquí vamos desgranándolas. Orientando en la necesidad de información, y en la utilización que de la misma hay que hacer.
Esta semana vamos a hablar de los estudios socioeconómicos, qué son y para qué sirven. La elección de un emplazamiento para un negocio puede venir determinada por diferentes motivos. Podemos encontrarnos con el caso de que tengamos un local en un sitio determinado, con lo que lo que tendremos que hacer es indagar acerca de cuál es el tipo de negocio que mejor puede encajar. O por contra, podemos tener nuestra idea de negocio y necesitamos encontrar el sitio adecuado, el que cumpla con las características más idóneas, para garantizar mínimamente el éxito del proyecto que se quiere emprender. El estudio socioeconómico es una fotografía del momento, una radiografía de la situación real de una zona en un tiempo concreto. Es sencillo, claro y muy útil.
Tanto en un caso, como en otro, será muy útil contar con información de carácter demográfico, social y económico que nos sirva para valorar de forma objetiva el interés que supone determinada zona para nuestro proyecto. Saber el tamaño de la población, su distribución por grupos de edad y sexo, la evolución de la pirámide de población, las nacionalidades presentes, el tamaño medio de la familia, el nivel de renta, el nivel de estudios, el tipo de viviendas que existen, así como sí son primera o segunda residencia, el número de ADSL en la zona, los vehículos, etc.
Así dicho podría parecer que esta información además de muy útil, resulta muy complicada de obtener. Aunque no es así. Es accesible y además gratuita, sólo hay que saber buscarla. Y para ello contamos con la ayuda inestimable de los servicios públicos estadísticos, que aunque es cierto que desde que llegara la crisis, han bajado su nivel de actualización de la información, aún siguen siendo una fuente fantástica.
A nivel estatal contamos con el INE (Instituto Nacional de Estadística), que tiene muchísimos datos del total de la población. Navegando en su página tendrás acceso, con un poquito de paciencia a toda esta información. Además de la información a nivel nacional del INE, contamos con los institutos autonómicos de estadística. En este sentido, si tienes la suerte de vivir en Andalucía o de pretender establecer tu empresa en territorio andaluz, cuentas con el SIMA. El Sistema de Información Multiterritorial de Andalucía pone a nuestra disposición una gran cantidad de información de forma fácil y accesible.En esta web encontraremos toda la información de carácter demográfico, económico y social de cualquiera de los municipios andaluces.
Pero si necesitamos la información a nivel menor, incluso a nivel de sección censal, será mejor que entremos en el banco de datos. Desde aquí tendremos a nuestro alcance de forma sencilla toda la información que podemos necesitar. Un emprendedor o emprendedora no tiene excusas para no contar con esta valiosísima información. Puede optar por contar con ayuda profesional, o puede hacerlo de forma personal. Pero lo importante es analizarla y estudiarla antes de tomar la decisión. Es gratuita, y es especial, así que tenla en cuenta. La semana que viene veremos un ejemplo concreto de estudio real, para que así podamos hacernos una idea de qué es de lo que estamos hablando.
por grupo3estudios | Mar 17, 2015 | El Grial de tu Empresa

La oportunidad baila con aquellos que ya están en la pista de baile. (H. Jackson Brown Jr.)
Una de las preguntas que necesariamente nos hacemos a la hora de plantearnos la apertura de un nuevo establecimiento, es ¿dónde abrirlo? Para ello hay varias acciones que se pueden desarrollar y asegurarnos así, en la medida de lo posible, al menos, que vamos a estar cerca de nuestro público objetivo.
A la hora de elegir cuál es la localización concreta de un establecimientos, por tanto es fundamental tener en cuenta todas aquellas variables, que de alguna manera nos aseguren, que en nuestra área de influencia van a estar nuestros clientes potenciales. Después una vez que esto lo tengamos hecho, veremos cómo hacemos para atraerlos, pero lo primero es saber que van a estar. Lo ideal además, es tener en cuenta a la competencia, para encontrar un hueco claro, en el que confluya, suficiente público objetivo y escasa o ninguna competencia.
Para conseguir encontrar esta ubicación “perfecta”, existe un tipo de investigación denominada análisis de huecos, en el que se acota la zona más interesante para abrir un determinado establecimiento, independientemente de cuál vaya a ser el tipo concreto de negocio. Para ello se determinan las características que definen al tipo de clientela que estamos buscando. Se tienen en cuenta no sólo variables de tipo socio-económico-demográfico, como pueden ser el sexo, la edad, la renta media disponible, la profesión, etc., sino que además es fundamental tener en cuenta aquellas variables que se relacionan directamente con el estilo de vida, ya que éstas tienen mucho más peso en el comportamiento como consumidores. Por ejemplo, práctica deportiva, comprador on line, gasto medio realizado en determinados productos, seguimiento de la moda, utilización de las nuevas tecnologías, comportamiento ante la cultura y/o el ocio, etc. Son muchas las cuestiones que debemos de tener en cuenta, todas aquellas que nos permitan perfilar lo máximo posible a nuestros potenciales consumidores.
En definitiva con el análisis de huecos, para que lo tengamos claro, lo que hacemos es una vez que hemos establecido el perfil del tipo de clientela que nos interesa, buscar en un área geográfica determinada, dónde está la mayor concentración de éstos. Y como el movimiento se demuestra andando, la mejor manera de ilustrar lo que estamos hablando es con un ejemplo.
En este caso viajamos hasta Nerja, y nos planteamos abrir un gimnasio de barrio. No un centro deportivo de grandes dimensiones, sino un gimnasio pequeño. Dado el tipo de establecimiento que se pretende establecer, nos centramos en hombres y mujeres, con edades comprendidas entre los 20 y los 45 años, además que muestren un alto grado de afinidad hacia la práctica deportiva en clubes. También, por las características del negocio que estamos pensando montar, queremos que sea una zona en la que haya una alta densidad de población, y además, como no nos planteamos el tema de contar con aparcamiento, para reducir la inversión, queremos establecer un perímetro de influencia de diez minutos caminando. Con estos requisitos lo que estamos haciendo es buscar el punto en el que nos aseguremos que vamos a tener un número suficiente de potencial clientela, pero en el que además no existen competidores.
Existen diversos métodos para conseguir determinar esta zona. Aquí tenemos la representación gráfica de lo que vamos buscando.

Con algunos sistemas, incluso podemos saber cuáles son los portales exactos, dentro de la zona que hemos establecido, en los que viven potenciales clientes para nuestro gimnasio. En este cas, el tener esta información nos puede permitir llegar directamente a nuestros clientes, por ejemplo llevándoles una oferta concreta, con lo que podríamos abaratar los costes de promoción y publicidad.

Con la utilización de este sencillo tipo de análisis, que además supone una inversión muy pequeña nos garantizamos que vamos a tener clientes potenciales y además que incluso podemos hacer llegar una oferta personalizada directamente hasta su propio buzón. Es muy fácil, y a la vez muy necesario. Así que os recomendamos que contéis con este análisis cuando vayáis a abrir vuestro nuevo establecimiento.
por grupo3estudios | Mar 10, 2015 | El Grial de tu Empresa, Empresa, Empresa y Emprendimiento, Innovación, Marketing e Investigación
«No puedo cambiar la dirección del viento, pero sí ajustar mis velas para llegar siempre a mi destino» (James Dean)
Cuando se opta por emprender, nadie te puede asegurar que vayas a tener éxito. Absolutamente nadie. Pero eso tampoco significa que tengas que tomar las decisiones, a tontas y a locas, o por pura intuición. Ni mucho menos. Toda ayuda será positiva, y cuando cuentes con servicios profesionales, de empresas dedicadas a la consultoría y al apoyo al emprendimiento, recuerda que no te pueden dar una receta milagrosa, ni tampoco tienen una varita mágica que te ayude a tener éxito.
Las empresas especializadas lo que sí te pueden proporcionar es información que te ayude a reducir al máximo el riesgo de fracaso. Esto no significa que dicho riesgo deje de existir, pero el hecho de que quede en la mínima expresión, siempre nos ayudará a tomar la decisión. Está claro que el trabajo duro, las ganas, la pasión y también por supuesto, una pizca de suerte, serán otros de los elementos que ayuden a conseguir que el proyecto pase a ser una realidad con futuro.
Dentro de las cuestiones a tener en cuenta a la hora de emprender y de las que iremos hablando poco a poco, para ayudar a todos y todas aquellas que queréis poner en marcha un negocio o bien ampliar el que ya tenéis, hoy vamos a dedicar este post a la selección de la localidad en la que comenzar nuestro negocio.
Cuando hablábamos de la importancia de convertir las ideas en realidades, establecíamos un pequeño esquema de las cuestiones a tener en cuenta. Una fundamental, es tener claro dónde quiero montar mi negocio. Aquí nos podemos encontrar con dos situaciones diferentes, que tengamos por los motivos que sea decidida la localidad, con lo cual, lo que tendremos que hacer es elegir el mejor emplazamiento posible -de esta cuestión hablaremos más adelante-, o que tengamos claro el tipo de negocio que queremos montar y a qué tipo de clientes nos queremos dirigir, pero que no sepamos geográficamente dónde nos interesa más, emplazarnos. Este es el caso que hoy vamos a explicar y para el que vamos a poner un ejemplo, con la utilización de Mapas Calientes.
Supongamos que queremos montar un negocio relacionado con ropa y calzado, y que nos da igual la localidad de Andalucía en la que hacerlo. En este caso investigaremos en primer lugar, cuál es la provincia en la que el gasto en este tipo de productos que estamos interesados en vender es mayor. Con lo que obtendremos el Mapa Caliente de Ropa y Calzado de Andalucía, tal y como se puede ver a continuación.

Una vez que tenemos seleccionada la provincia que nos resulta de mayor interés, en nuestro ejemplo Almería, por tener el gasto mayor, hemos de realizar la misma operación para conocer cuál es la localidad que resulte óptima objetivamente hablando, con cifras reales, para establecer nuestro negocio. De esta manera lo que hacemos es comparar el gasto en ropa y calzado medio que existe entre los diferentes municipios de Almería, que ha sido la provincia que ha resultado de mayor interés. Tal y como se muestra en la imagen que aparece a continuación, los municipios que están en color rojo oscuro son los que presentan mayor gasto. En este caso concreto, optamos por Níjar, porque además el precio de los locales y el volumen de población resultan más interesantes para poder poner en marcha nuestro negocio.
Tal y como se puede comprobar en la imagen, esta información nos será de gran ayuda para asegurarnos de que en la localidad en la que vamos a montar nuestro negocio existe una demanda suficiente, existiendo una clientela potencial asegurada.
Este tipo de Mapa Caliente, se puede realizar personalmente, si se tienen los conocimientos necesarios, o también se puede acudir a empresas especializadas. Si tenemos que acudir a una consultora para que nos ayude, lo que siempre hemos de tener muy presente es que el coste de sus servicios no es un gasto, sino que es una inversión que nos ayudará para tener éxito en nuestro negocio.
por grupo3estudios | Mar 9, 2015 | El Grial de tu Empresa, Lunes positivos
A partir de ahora, los lunes vamos a empezar la semana con “las enseñanzas de los azucarillos”. Reconozcamos que a veces tenemos más ganas de ver lo que dice el sobrecito que de tomarnos el mismísimo café. Esperamos que el azucarillo sea el que nos traiga el mensaje justo que necesitamos recibir en ese momento. Muchas veces lo hacen, aunque en la mayoría de los casos, no es tanto lo que dice, sino cómo lo interpretamos nosotros. Al fin y al cabo es la teoría de las famosas galletitas chinas de la suerte, o algo más español y más castizo como es el refranero. Al final buscamos de alguna manera leer o escuchar aquello que necesitamos para reforzarnos, o para hacernos reflexionar, o simplemente para hacernos sentir mejor.
Así que como el movimiento se demuestra andando, en nuestro primer lunes, que además es del mes de marzo, es decir, el mes en el que llega la primavera, el mes en el que la naturaleza renace, las flores empiezan a salir, los días se alargan y parece que tuviéramos más ganas de vivir, vamos a comenzar con esta sección, y lo vamos a hacer con uno de nuestros favoritos:
“La Esperanza es desear que algo suceda, la Fe es creer que va a suceder, y la Valentía es hacer que suceda”
En muchos casos tendemos a quedarnos esperando que las cosas sucedan, que las cosas pasen sin más y además que lo que pase sea bueno para nosotros. Pero ¿qué hacemos para ello? Cuántas veces hemos oído expresiones del tipo “Ojala me toque la lotería”, de boca de personas que ni siquiera compran un boleto. Eso no es esperanza, eso no es fe, eso es pensar un imposible. Eso es comportarse como un idiota.
Cuando queremos algo, no podemos sin más esperar que pase. No podemos pensar que los clientes van a llegar por sí solos, no podemos pensar que me van a llamar para ofrecerme el contrato del siglo, no podemos pensar que voy a ganar el partido, y todo simplemente porque me lo merezco. NO, y no, porque eso casi con toda seguridad no va a pasar. Si queremos que algo suceda, simplemente tenemos que hacer. Cuando creemos que valiente es ser un caballero andante, o una heroína como Juana de Arco, novelamos y magnificamos una cualidad que está presente en todos nosotros, aunque muchas veces la ocultemos.
La auténtica valentía no es ser Bufalo Bill y morir con las botas puestas, o Magallanes, que no pudo completar la primera vuelta a la tierra. La auténtica valentía es levantarte por la mañana, salir a la calle y enfrentar la vida haciendo que las cosas ocurran, moviéndote, peleando, yendo y viniendo. Valentía no es decir que voy a moverme, voy a pelear, voy a ir o voy a venir, eso se llama procrastinación y lo analizaremos en próximas entradas. Valentía es hacer.
Así que para terminar no queda otra que animar a todo el mundo a que sea valiente, a que haga, a que lo intente, porque si sale mal, puedes volver a intentarlo, si te caes puedes volver a levantarte, y siempre habrás aprendido. Edison consiguió su bombilla en el intento mil, y siempre dijo que no es que hubiera fracasado 999 veces, sino que simplemente, había descubierto 999 maneras de no hacer una bombilla. Esa es la actitud.
Esta es la era de los valientes y las valientes…. ¿te apuntas?
https://www.youtube.com/watch?v=w_KFr-Lnxsk