«No puedo cambiar la dirección del viento, pero sí ajustar mis velas para llegar siempre a mi destino» (James Dean)
Cuando se opta por emprender, nadie te puede asegurar que vayas a tener éxito. Absolutamente nadie. Pero eso tampoco significa que tengas que tomar las decisiones, a tontas y a locas, o por pura intuición. Ni mucho menos. Toda ayuda será positiva, y cuando cuentes con servicios profesionales, de empresas dedicadas a la consultoría y al apoyo al emprendimiento, recuerda que no te pueden dar una receta milagrosa, ni tampoco tienen una varita mágica que te ayude a tener éxito.
Las empresas especializadas lo que sí te pueden proporcionar es información que te ayude a reducir al máximo el riesgo de fracaso. Esto no significa que dicho riesgo deje de existir, pero el hecho de que quede en la mínima expresión, siempre nos ayudará a tomar la decisión. Está claro que el trabajo duro, las ganas, la pasión y también por supuesto, una pizca de suerte, serán otros de los elementos que ayuden a conseguir que el proyecto pase a ser una realidad con futuro.
Dentro de las cuestiones a tener en cuenta a la hora de emprender y de las que iremos hablando poco a poco, para ayudar a todos y todas aquellas que queréis poner en marcha un negocio o bien ampliar el que ya tenéis, hoy vamos a dedicar este post a la selección de la localidad en la que comenzar nuestro negocio.
Cuando hablábamos de la importancia de convertir las ideas en realidades, establecíamos un pequeño esquema de las cuestiones a tener en cuenta. Una fundamental, es tener claro dónde quiero montar mi negocio. Aquí nos podemos encontrar con dos situaciones diferentes, que tengamos por los motivos que sea decidida la localidad, con lo cual, lo que tendremos que hacer es elegir el mejor emplazamiento posible -de esta cuestión hablaremos más adelante-, o que tengamos claro el tipo de negocio que queremos montar y a qué tipo de clientes nos queremos dirigir, pero que no sepamos geográficamente dónde nos interesa más, emplazarnos. Este es el caso que hoy vamos a explicar y para el que vamos a poner un ejemplo, con la utilización de Mapas Calientes.
Supongamos que queremos montar un negocio relacionado con ropa y calzado, y que nos da igual la localidad de Andalucía en la que hacerlo. En este caso investigaremos en primer lugar, cuál es la provincia en la que el gasto en este tipo de productos que estamos interesados en vender es mayor. Con lo que obtendremos el Mapa Caliente de Ropa y Calzado de Andalucía, tal y como se puede ver a continuación.
Una vez que tenemos seleccionada la provincia que nos resulta de mayor interés, en nuestro ejemplo Almería, por tener el gasto mayor, hemos de realizar la misma operación para conocer cuál es la localidad que resulte óptima objetivamente hablando, con cifras reales, para establecer nuestro negocio. De esta manera lo que hacemos es comparar el gasto en ropa y calzado medio que existe entre los diferentes municipios de Almería, que ha sido la provincia que ha resultado de mayor interés. Tal y como se muestra en la imagen que aparece a continuación, los municipios que están en color rojo oscuro son los que presentan mayor gasto. En este caso concreto, optamos por Níjar, porque además el precio de los locales y el volumen de población resultan más interesantes para poder poner en marcha nuestro negocio.
Tal y como se puede comprobar en la imagen, esta información nos será de gran ayuda para asegurarnos de que en la localidad en la que vamos a montar nuestro negocio existe una demanda suficiente, existiendo una clientela potencial asegurada.
Este tipo de Mapa Caliente, se puede realizar personalmente, si se tienen los conocimientos necesarios, o también se puede acudir a empresas especializadas. Si tenemos que acudir a una consultora para que nos ayude, lo que siempre hemos de tener muy presente es que el coste de sus servicios no es un gasto, sino que es una inversión que nos ayudará para tener éxito en nuestro negocio.