Sí, sí podemos… pasar por el aro de Europa.

Sí, sí podemos… pasar por el aro de Europa.

“Europa no se hará de una vez, ni en una obra de conjunto: se hará gracias a realizaciones concretas, que creen en primer lugar una solidaridad de hecho” – Robert Schumann

Que la situación del pueblo griego es lamentable, es algo en lo que todos estamos de acuerdo. Que por supuesto es doloroso vivir lo que están viviendo griegos y griegas, por supuesto, pero ¿hasta dónde esta situación les otorga patente de corso para jugar con sus propias reglas? Sinceramente, y aunque sea duro, no vale hacer de su capa un sayo. No vale imponer “pulpo como animal de compañía”.

Cuando se toma la decisión de pertenecer a un club, o a cualquier tipo de asociación, sea cual fuere, se aceptan las reglas del juego, todas, y si no se comparten, si hay cosas que no convencen, sencilla y llanamente, «hasta luego, Lucas». Es decir, o no se entra, o si ya se está dentro, se abandona. Eso es lo que Grecia, y sobre todo sus dirigentes deben de tener claro. Si no quieren seguir las reglas del juego de la Unión Europea, deben de decidir salir. No vale estar querer estar sólo para las maduras y querer romper la baraja en las duras. Tanto que se apela a la “justicia”, pues sinceramente, esta actitud, no es justa para el resto de la ciudadanía de la Unión.

Por supuesto que estamos totalmente a favor de la soberanía popular de los ciudadanos, de que puedan decidir cómo quieren vivir, y de qué manera, faltaría más, pero ¿esto es lo que está pasando en Grecia? Desde el más absoluto respeto, ¿por qué el sufrimiento griego es más doloroso o importante que el de portugueses, irlandeses o españoles? Para nosotros, la respuesta es obvia, no lo es, porque todos los ciudadanos europeos somos igual de importantes.

Cuando en un ataque de populismo, aunque cargado de buenas intenciones, cosas que no vamos a poner en duda, Tsipras a la cabeza de Syriza, se lanzó a su referéndum en favor del NO a las exigencias europeas, ¿qué pretendía? ¿Jugar con las esperanzas y las ilusiones de un pueblo que está asfixiado económicamente y que no ve salida viable a su desesperación? ¿Hacer una demostración de fuerza a Europa? ¿Intentar enseñar el camino de la verdad a otros miembros de la Unión?

La verdad, ni lo entendí, ni lo entiendo, ni lo entenderé. Después de la «escenificación teatral» del referéndum, la realidad es que Grecia, con sus mandatarios a la cabeza, ha tenido que plegarse a las exigencias de Europa, que si cabe, requieren un nivel de austeridad y restricción mayor de lo que hasta ahora los helenos habían soportado.

Modestamente la actitud de los responsables griegos es muy reprochable, por varios motivos. En primer lugar porque han jugado con sus ciudadanos, haciéndoles creer que tenían una posición de poder en las negociaciones que realmente era inexistente. En segundo lugar porque la frustración popular es ahora mucho mayor, lo que está ayudando a radicalizar posturas tanto dentro de las fronteras griegas, como fuera. En tercer lugar, porque adoptar esa postura arrogante con respecto a los ciudadanos de otros países rescatados (Irlanda, Portugal) o casi rescatados (España), dando un plus de importancia a sus sacrificios, y haciendo que su situación esté por encima de la de los otros ciudadanos, no es de recibo.

No es menos cierto que la situación con Grecia, y la posible «Grexit» ha puesto en un brete al total de la Unión Europea, pero esto no significa que se haya flexibilizado la postura general, o que se haya sucumbido al que desde muchos ámbitos se consideraba un chantaje. Tsipras ha tenido q volver a Atenas con un paquete de medidas, que además de ser extremadamente duras, son innegociables, y pese a todo ello, las garantías de salir del estado de «desastre económico» griego, no son totales. Al final el intento del primer ministro griego de intentar convertir al pulpo en animal de compañía, no ha funcionado. Y además, por supuesto, la telenovela sigue, y aún es de final incierto…

La propuesta de rescate que Tsipras, que cada vez se aleja más de su propio partido, Syriza, ha tenido que defender, y que finalmente ha sido aprobada por el parlamento griego, dista mucho de su programa electoral, y los 32 votos en contra de sus propios colegas de partido, es un ejemplo del arduo camino que tiene el mandatario griego por delante. Pero ahora, “show must go on”, el proceso debe continuar. El paquete de medidas que tiene que imponer el gobierno ahora es muy duro, y será muy difícil de salir adelante.

Desde la modestia, y desde la visión de una única Europa, el señor Alexis Tsipras, ha hecho un ejercicio de responsabilidad, y ha puesto al Estado por encima de cualquier ideología. Al final, hoy por hoy, el Leviatán se tiene que seguir manteniendo. Tal vez mañana tengamos otro modelo que sea válido, pero hoy aún, por gracia o desgracia, no existe.

Suerte para los griegos, y mucha paciencia. Lo que les espera no es nada fácil.

¿Y si antes de emprender nos formamos en Europa?

¿Y si antes de emprender nos formamos en Europa?

erasmus

“Un pesimista ve una calamidad en toda oportunidad. Un optimista ve una oportunidad en cada calamidad” – Winston Churchill

Esta semana queremos dirigirnos a todos aquellos emprendedores y emprendedoras, que tienen una idea de negocio que quisieran llevar a la práctica. Queremos contar nuevas posibilidades a los que por sus venas corre el ADN de empresa. Y también, por supuesto, a quiénes no se lo habían planteado antes, pero que hoy vista la situación, ven en el autoempleo la mejor salida para su situación laboral.

Lo cierto es que empezar con un proyecto empresarial es una aventura. Es una experiencia apasionante, que nos llena de excitación y que nos provoca la sensación de “mariposas en el estómago” al estilo de lo que dicen que se siente cuando te enamoras. Todo esto es muy bonito, apetece hacerlo sólo con pensarlo, pero está claro, que antes de enfrascarse en una aventura de semejante tamaño y por muy aventureros y pintureros que seamos, hay que estar preparados para ello. En otras ocasiones hemos hablando de estudios o análisis que era necesario hacerlos para antes de “abrir la persiana”, o también de cómo podíamos conseguir más fácilmente que el banco nos concediera un préstamo. Hoy queremos dar un giro a estas cuestiones, y nos planteamos la posibilidad de tener una experiencia previa en una empresa del sector, con una formación “in situ” y además en otro país, con lo enriquecedor que puede ser este plus de valor añadido. Reconozco que el no haber tenido una formación en el extranjero es una de esas “espinitas” que muchos tenemos clavada. Cierto es que hace unos años las posibilidades eran menores. Pero hoy son muchas las puertas que se abren a los jóvenes para poder conocer el sector en el que quieren trabajar, teniendo una experiencia profesional, de carácter totalmente práctico en una empresa que se dedique a aquello que piensan poner en marcha.

Uno de estos interesantes programas es el “Erasmus Jóvenes Emprendedores”. Sólo oir la palabra Erasmus es cierto que ya nos traslada a una experiencia internacional, ya que de sobra son conocidos los programas que llevan este nombre y que tienen como finalidad el intercambio de estudiantes dentro de Europa. Pues bien, no vamos desencaminados, porque la filosofía es la misma, pero en este caso está destinado a emprendedores y por supuesto también está financiado por la Unión Europea. Este programa ofrece la posibilidad de poder trabajar con un empresario experimentado, en otro país de la Unión, y así que el futuro emprendedor o emprendedora, pueda desarrollar capacidades y habilidades que le permitan a su vuelta, poner en marcha su negocio, llevar a la práctica su idea, con mayores posibilidades de éxito. Qué mejor que poder formarse al lado de alguien que trabaja en el mismo sector en el que se quiere insertar empresarialmente de quién se pueden aprender esos entresijos reales que no están en los libros, pero que son los que a la postre diferencian a la empresa de éxito de la que no lo consigue.

Somos muchos los que cuando decidimos iniciar nuestra aventura empresarial, nos habría gustado poder tener una oportunidad como esta. A este programa se pueden acoger no sólo aquellos residentes europeos que aún no han iniciado su negocio, sino que también quiénes tengan menos de tres años de experiencia profesional, y una gran noticia es que NO EXISTE LÍMITE DE EDAD. Lo importante es no tener una experiencia profesional de más de un trienio.

Os animamos a tener en cuenta esta posibilidad que se abre gracias a Europa, porque además puede servir para conseguir una importante red de contactos, realizando un buen netwoking internacional. La estancia además puede ser desde un mes, hasta un año. Así que para quién se anime. Mucha suerte, y sobre todo, sacad todo lo positivo de esta oportunidad. Los que ya llevamos muchos años en el mercado nos encantaría, pero no podemos.

Si queréis más información al respecto podéis consultar en www.erasmus-entrepreneurs.eu