Una de las consecuencias desastrosas que puede traer una jornada electoral como la vivida el 26 de junio, sin lugar a dudas, es la pérdida de confianza que se genera a nivel social, en las empresas y en los profesionales que nos dedicamos a la demoscopia. Es cierto, que hemos errado – nos metemos todos en el saco- y que además en esta ocasión de forma bastante estrepitosa. Evidentemente es imperioso hacer una autocrítica y una reflexión, pero no queremos que esto sirva para denostar una profesión tras la que hay ciencia y también, hay que decirlo arte, y que tiene como secreto del éxito el que se debe basar en la experiencia y en el buen hacer. Un buen hacer que debe de buscar nuevas fórmulas, o las viejas aplicadas de otra manera, para conseguir sobre todo la veracidad en la información necesaria.
Hace muchos años que damos clase, y llegado el momento de hablar de las encuestas, siempre hemos dicho a nuestros alumnos y alumnas, que un cuestionario “jamás puede ser un mero listado de preguntas ya que debe de ser una herramienta diseñada para cumplir unos objetivos. Realmente el hacer un buen cuestionario, no puede ser nunca algo mecánico, sino que más bien todo lo contrario, es un arte”.
Un cuestionario útilparaconseguir los objetivos propuestos con la investigación debe estar realizado por profesionales con la suficiente experiencia, y con solvencia técnica más que contrastada, además, hay que insertarlo en todo un proceso, que por muy cuantitativo que sea y por muy innovadores que queramos ser a la hora de recoger la información, utilizando las últimas tecnologías a nuestro alcance, sigue necesitando de un investigador o investigadora jefe, que sea quien “cuadre al milímetro todo”. Y para cuadrar todo al milímetro en un momento como el actual, antes de ponerse a diseñar el cuestionario, hay necesariamente, que hacer un trabajo previo, de tipo cualitativo, que nos permita desarrollarlo en clave de realidad y de identificación, para las personas que lo responderán después. Nos explicamos. El cuestionario tiene que ser reflejo del discurso de la calle, de su vocabulario, de sus preocupaciones, de lo que les importa y de lo que no les importa. Hay que abordar multitud de cuestiones, siendo capaces de llegar a los diferentes escenarios, para que así tenga sentido para quien lo responde y sobre todo que no le resulte un ataque. Por ello, dentro de esta autocrítica y revisión que tenemos que hacer, la primera sin lugar a dudas, está en que hemos de trabajar mucho más el diseño de los cuestionarios, que tiene que ajustarse más a la realidad y sobre todo a poder indagar en lo que realmente es importante, las emociones que son las que llevan a las personas finalmente a dar su voto a una u otra opción política. Tal vez sea el momento de indagar mucho más en las posibilidades de la neurociencia aplicada a este mundo.
Es por todo esto, por lo que no vale recurrir a bancos de preguntas de esos que existen en internet, o a cuestionarios de otras épocas que tengamos en nuestro propio banco… a la hora de plantearlas hay que ser muy conscientes de la realidad socioeconómica de cada momento, por ello, no puede ser el mismo cuestionario el que se aplique en junio de 2016, que el que se aplicó en diciembre de 2015, o el de 2011, sencilla y llanamente, porque la realidad, política, social y económica del país, no es la misma.
Otra cuestión de suma importancia es la muestra que se elige. El número de encuestas es fundamental, pero más importante aún es a quién se pregunta, por lo que la elección de las personas concretas que formarán parte de la muestra es uno de los elementos básicos para la consecución de los objetivos. Por ello las muestras deberán ajustarse a unos parámetros previamente establecidos (sexo, edad, lugar de residencia, nivel de estudios, etc.) y no deberemos de movernos de ahí, porque de esa manera aseguraremos los resultados, siempre evidentemente moviéndonos en los márgenes de error establecidos. Por ello el equipo de encuestación debe estar perfectamente formado, y profesionalizado.
Y hasta aquí cuestiones que podemos denominar generales y previas. Aunque el auténtico arte llega después, una vez que el trabajo de campo ya está hecho. En lo que se denomina la cocina de las encuestas. Aquí es donde realmente las empresas no nos la podemos jugar y donde necesitamos contar con la experiencia y la cualificación profesional de las personas encargadas de ejercer de masterchef.
Cuestiones a tener en cuenta:
El voto útil: este es un aspecto que siempre se tiene que barajar, pero mucho más en las últimas elecciones, debido al hartazgo que ha provocado en el electorado la situación de desgobierno, que ha durado más de 6 meses y que se ha querido evitar a toda costa, por lo que en muchos casos se impone lo práctico, a cualquier otra emoción o devoción.
El voto oculto: este es uno de los grandes caballos de batalla en todas las elecciones, pero en estas lo ha sido más, ya que existe cierta vergüenza social a manifestar públicamente que se va a votar a partidos que han tenido en sus filas escándalos, por lo que se tiende a decir que no se sabe a quién se votará, o que se hará en blanco o hasta la abstención. En algunos casos, incluso se suma al carro de la reputación, para “quedar bien”.
La reputación: en los procesos electorales y sobre todo en los últimos, el electorado se ha encontrado con partidos que llegaban “vírgenes” a la batalla política, por lo que se presentan impolutos y sin manchas, no como los “antiguos” que llegan con muchos motivos para callar. Esto también hace que haya personas que hayan manifestado en las encuestas, que iban a votar o en las que se hacen a pie de urna, que habían votado a alguno de estos partidos, para así sentirse socialmente más aceptado e incluido en lo “socialmente correcto” que es alejarse de las viejas guardias.
Sólo las personas de arraigados y profundos principios son las que manifiestan claramente su intención de voto, las que no se avergüenzan de reconocer a quién han votado, porque su nivel de identificación con unas siglas es total, por lo que es un orgullo manifestarse. Esta tipología hay que reconocer que cada vez es más escasa, sobre todo en lo que a los partidos tradicionales se refiere, lógicamente debido a los continuos casos de corrupción y de escándalos varios en los que se han visto inmersos. Es cierto que este tipo de votante es en la mayoría de los casos mayor de 40 años, y viene de haber vivido una experiencia vital muy arraigada con peso importante de los valores familiares, y con un nivel de identificación que pasa por haber tenido experiencias que incluso hayan podido marcar de forma personal o profesional, la elección política. En cuanto a los más jóvenes, también podemos encontrarnos con esta tipología, pero en este caso, fundamentalmente motivados en valores asociados a la emoción, a la necesidad de cambio y de sentirse pieza fundamental en la construcción de un nuevo modelo político y social, con el que sentirse más identificados.
Por todo esto, y teniendo en cuenta todo lo que hemos comentado, la cocina electoral, es sin lugar a dudas, alta cocina, sólo al alcance de los más expertos chefs. Por todo ello la reflexión que hay que hacer no es que las encuestas no sirven, no, ni mucho menos, la reflexión que tienen que hacer desde algunas empresas va más por el sentido de ¿en qué nos hemos equivocado? La estadística está contrastada, así que el error debe de haber venido por la forma, tal vez demasiado amateurizada de realizarla.
No obstante, nos gustaría terminar con una reflexión. Es cierto que tenemos mucho que mejorar, y que hay mucho por trabajar, vaya eso por delante. Ahora bien, sabemos que las encuestas a pie de urna realizadas para los medios de comunicación han fallado estrepitosamente, pero ¿qué pasa con las internas de los partidos, también han fallado, o esas sí que han acertado? Ahí lo dejamos. Hasta el próximo proceso electoral, que esperemos que sea el que corresponda en tiempo y forma, y que no nos veamos avocados a seguir en un estado de desgobierno absoluto.
Retomamos los miércoles dedicados a la política en el grial, ya que no sólo de azucarillos nos alimentamos. Hoy queremos dedicarlo cómo no, al debate del pasado lunes día 7 de diciembre que consiguió pese a ser festivo y estar justo en medio del puente por excelencia en nuestro país, unos datos de audiencia, tanto en televisión, como en radio como en redes sociales, absolutamente espectaculares. Desde nuestro parecer hubo dos claros ganadores: el primero indiscutiblemente, el grupo ATRESMEDIA, que ha cosechado cifras de infarto, y el segundo, no menos importante, la democracia. A veces, como la tenemos, como podemos hablar de lo que queremos y con quién queremos, como podemos escuchar a todo el mundo, como podemos gritar lo que nos apetezca, nos olvidamos del logro tan importante que esto supone. Así que una vez más quedó claro que la democracia, y el vivir en libertad de opinión, de expresión, de todo, debe ser algo que nunca hemos de olvidar y por lo que debemos seguir luchando, sobre todo ante quienes quieren imponer por la fuerza, ideologías, religiones, o formas de vida.
Hecho este alegato, porque no está de más recordar cómo son las cosas y que hay que seguir día a día luchando por lo que tenemos, simplemente, aunque sea a modo de ejemplo, queremos recordar que el debate fue seguido en televisión por más de 9.200.000 personas, llegando a superar la audiencia en determinados momentos más del 65% del Share. En Twitter por ejemplo, llevó a que hubiera más de 2,5 millones de tweets sobre el debate, lo que hizo a que fuera Trending Topic mundial durante varias horas. Por lo que hay una pregunta que hemos de hacernos sí o sí ¿interesa la política? Parece que de alguna manera la nueva situación política, los actores recién llegados que traen un aire fresco y una nueva forma de ver, hacer y entender en política, las nuevas generaciones que están siendo conscientes de que realmente Smartphone en la mano se puede conseguir mucho y se pude hacer que las voces que antes no tenían un vehículo de expresión, ahora sí lo tengan, parece que todo esto ha hecho que la desidia de las última década sobre todo, esté siendo superada.
Para quiénes tenemos la política y el análisis político en el ADN, esta es una situación que básicamente “nos pone”. Las contiendas electorales habían pasado a ser muy aburridas, ya que igual que en la liga de las estrellas pareciera que todo estaba decidido y que sólo Real Madrid o FC Barcelona podrían ganarla, en la batalla electoral, parecía que sólo PP y PSOE podrían alcanzar el gobierno. Las pasadas elecciones municipales y autonómicas nos demostraron que esto no es así, y que la ciudadanía puede exigir a sus representantes que empiecen a hacer las cosas de otra manera, que el escenario ha cambiado, que los actores también, y que ya no estamos en la época de los monólogos, si no que estamos dando paso a la era de las actuaciones corales, dónde existe la necesidad de hablar, de dialogar, de aprender a escuchar, de ceder, de dar. Las encuestas pueden equivocarse más o menos, pero todas apuntan a un hecho que será de todas, todas, irrefutable y es que ya pasó el tiempo de los rodillos de las mayorías absolutas, ahora es necesario volver a la esencia misma de la política que entraña desde su misma naturaleza, la necesidad de diálogo y comprensión.
Las encuestas en general dan como ganador a Pablo Iglesias. Prácticamente todos los medios han coincidido al respecto. La encuesta realizada vía Twitter por nuestra casa, @GRUPO3Estudios, aunque no ha tenido un número representativo estadísticamente de respuestas no se aleja de esta visión.
Particularmente desde nuestra perspectiva, todos ganaron y todos perdieron. Todos ganaron porque cada uno fue capaz de defender su postura y de hacer lo que se esperaba. Nadie ganó porque quizás, quiénes llevamos mucho tiempo soñando con hacer “análisis politológicos de altura”, esperábamos un poco más. Esperábamos que alguien hubiera realmente destacado, hubiera sido capaz de romper con lo establecido y de demostrar la personalidad necesaria para estar al frente de un país que sigue estando en la UCI. Pero bueno, poco a poco. El lunes se dio un pasito, y esperemos que sigan dándose muchos más.
Ahora ya lo único que nos queda es pensar que el próximo proceso electoral, el del día 20 de diciembre, debería de también romper moldes, e igual que se batieron todos los récords de audiencia en todos los formatos de comunicación, también se rompan en cuanto al porcentaje de participación y que gane quien gane, y salga la composición que salga para el nuevo parlamento, lo haga con la participación más que mayoritaria de la ciudadanía. Alcanzar cuotas que superen el 75 por ciento de participación, ese sería el gran triunfo en las próximas elecciones, ya que demostraría que finalmente hemos decidido pasar de contemplar a actuar, no queremos ser meros espectadores, y eso, dónde se demuestra es en la urnas, así que no hay excusas, a votar.
Se acerca el día 13 de junio, fecha en la que sí o sí se tendrán que constituir los ayuntamientos en todo nuestro país. 8.122 nuevas corporaciones locales estarán preparadas para comenzar a trabajar por los “intereses de la ciudadanía”, para conseguir que sus vecinos y vecinas vivan mejor. Estamos a menos de 72 horas de que los nuevos alcaldes, alcaldesas, concejales y concejalas se “invistan”. Esta semana hemos estado viendo como poco a poco, todas las corporaciones de nuestro país andan de despedidas. En los medios de comunicación y en las redes, aparecen fotos que nos muestran a políticos y políticas con rostros sonrientes, pareciendo grupos de estudiantes, que se van a graduar. Muchos de los que aparecen en estas instantáneas ya no volverán. Habrá quien esta situación la viva como un alivio, seguro que sí, y habrá quien no sepa que hacer a partir del lunes 15 de junio, ya que hay quien lleva tanto tiempo yendo al Consistorio (a su casa) que ahora va a necesitar terapia “reeducacional”, porque si no, seguramente que alguno o alguna será visto por conserjes y ujieres, intentando entrar en un despacho, que le perteneció, pero que ahora tiene nuevo inquilino, aunque tarde en desaparecer del ambiente del mismo, el aroma de su perfume.
Este es el momento en el que probablemente los que no van a volver se sentarán y reflexionarán. Se preguntarán qué es lo que han podido hacer para que aquellos vecinos y vecinas que un día depositaron su confianza en ellos y en ellas, ahora le hayan vuelto la espalda, en algunos casos “de una manera cruel”. Muchos se sentirán defraudados, incluso traicionados por una ciudadanía que no ha sabido entender sus “desvelos”. Y tal vez tengan razón, no se la vamos a quitar. Pero ¿esta es la pregunta que se deben de hacer? Desde nuestro modesto punto de vista, esta actitud no lleva a ninguna parte. El victimismo y autocomplacencia que estamos viendo en lideres y lideresas que “de pronto” han dejado de serlo, no es bueno, no es sano, y por supuesto no ayuda a la clase política a crecer.
Tal vez el planteamiento debiera ser otro. Las preguntas que tendrían que hacerse obviamente deberían ir por otros derroteros, que no supongan buscar la culpabilidad fuera, sino mirar hacia dentro, para ver qué es lo que realmente se ha hecho mal. Para poder analizar en qué se ha fallado, dónde han estado los errores y a partir de ahí reflexionar en clave de futuro.
La primera pregunta que cualquiera de estos ex representantes públicos debe de hacerse es ¿he hecho realmente todo lo que podía por mi ciudad, por mis vecinos? ¿lo he dado todo? Además, como este debe de ser un ejercicio interior, de autoencuestación, lo lógico sería que las respuestas fueran lo más sinceras posible, porque si no, realmente mejor es estarse quieto y seguir “llorando por las esquinas” al respecto de lo “malos” que son todos, y lo “poco que han comprendido los desvelos”. Si esta pregunta no es afirmativa, es mejor no seguir haciéndose más, pero por si alguien se atreve a pasar la “prueba de la verdad” le recomendamos que además responda a las siguientes cuestiones:
¿he puesto por delante los intereses de la ciudadanía a los de mi formación política, o a los míos propios?
¿he tomado decisiones en base a la justicia y a mis verdaderos principios, sin tener en cuenta ningún tipo de prejuicio ideológico, cultural, racial, etc.?
¿he obrado de tal manera que haya podido beneficiarme personalmente o beneficiar a los míos?
¿he actuado con contundencia ante la injusticia, el aprovechamiento, o la sinvergonzonería de propios y extraños, o he preferido mirar para otro lado?
En definitiva, ¿he escuchado a la ciudadanía?, o por el contrario ¿he actuado de forma despótica sintiéndome poseedor de la verdad absoluta, y del conocimiento universal?
Probablemente las respuestas a estas cuestiones servirán para explicar en la mayoría de los casos, qué es lo que ha ocurrido y porqué la ciudadanía ahora ha decidido dar su confianza a otros y a otras, a quienes, por cierto, modestamente les aconsejamos que periódicamente se vayan realizando estas preguntas, para de esta manera, no llevarse un “susto mortal”, en mayo de 2019. Recordadlo, porque quién avisa, no es traidor, como dice el sabio refranero español. Ya que al fin y al cabo, como hemos estado comentado esta semana, cada cual recoge lo que siembra, y por supuesto en el caso de los políticos, esta máxima universal no iba a ser diferente.
Suerte para todos, para los que se van y para los que llegan que no lo tienen nada fácil. Y mientras llega el día 13, en muchos municipios de España seguimos haciendo quinielas, porque realmente no tenemos ni la más remota idea de quién va a ser nuestro alcalde o alcaldesa. Por cierto ¿sabéis si las casas de apuestas están trabajando este tema?
“Una cosa no es justa por ser ley, debe ser ley porque es justa” – Montesquieu
El concejal de Deportes de esta última legislatura, amante de Montequieu y del “Espíritu de las Leyes” entra en política, casi a la vez que ingresa en la Universidad (es licenciado en Derecho) y lo hace como una reacción universitaria a un momento político en el que en España dominaban “rodillos y mayorías absolutas”. Esta reacción le lleva a acercarse al partido que en ese momento estaba en la oposición, el Partido Popular, que se acababa de refundar posicionándose en el panorama político de nuestro país, como un partido moderno, de centro-derecha. Su primera etapa en la vida política la vive dentro de Nuevas Generaciones, dónde poco va ocupando puestos cada vez de mayor responsabilidad, así “le fue picando el gusanillo, y se fue metiendo cada vez más de lleno”. Para Antonio, la política es sin lugar a dudas algo vocacional, (el haber sido delegado de curso desde tercero de EGB, hasta finalizar la carrera universitaria, daba pistas de que para nuestro edil de Deportes, la política estaba en sus genes). El planteamiento participativo y de implicación social siempre lo había tenido presente, y era el momento de que tomara cuerpo. Además en esa época, principios de los noventa, era importante aportar un aire nuevo y fresco, en un momento en el que España necesitaba asentarse más en una democracia que había que consolidar. Una de sus primeras luchas fue por ejemplo, reivindicar la desaparición del Servicio Militar, logro que llegaría con Aznar. En aquella guerra estuvo acompañado de Juanma Moreno, el actual número uno de los populares de Andalucía.
Tras pasar por la Diputación Provincial (2003-2011) donde estuvo en la oposición, finalmente llega al Ayuntamiento de Granada, tras formar parte de la lista del Partido Popular para las anteriores elecciones municipales. Una vez conseguida su acta como concejal, Pepe Torres, el Alcalde, decide que por su perfil, la responsabilidad que mejor le encaja es la del área de Deportes, en una legislatura en la que además de ser terriblemente austera, había que enfrentarse y asumir grandes retos en forma de macro eventos deportivos internacionales como el Mundial de Basket o la Universiada. Esto ha hecho que durante estos cuatro años, haya habido que hacer una labor muy escrupulosa de gestión y no sólo económica. Granados se siente especialmente contento con el trabajo que se ha hecho en todo lo que tiene que ver con deporte adaptado, deporte de integración, y con deportes minoritarios que necesitan un mimo particular, y alguien que los apoye, escuche y en muchos momentos los arrope. Actualmente Granada cuenta con unos 85.000 usuarios de instalaciones deportivas municipales, disfrutando de una programación continuada los doce meses del año. Le gusta destacar también lo mucho que ha mejorado Granada en lo que a instalaciones deportivas, distribuidas por todos los barrios.
Para Granados las tres palabras que definen perfectamente lo que supone la elección de los populares, para que vuelvan a dirigir los designios de los granadinos cuatro años más, son las que se han elegido como eslogan para esta campaña: Trabajar, Hacer y Crecer. Además, quiere añadir la apuesta por la honradez, con la que se ha trabajado desde que Pepe Torres es el alcalde; la ilusión de trabajar por todos los granadinos, haciendo proyectos y situando a Granada dentro del marco internacional con nuestra principal industria, que no es otra que el turismo y el sector servicios (oferta cultural, deportiva, mantener limpia la ciudad), aunque es cierto que ha sido necesario priorizar, ya que los presupuestos en los últimos años cada vez han ido siendo más austeros, lo que ha impedido hacer todo lo que se quería; y finalmente la humildad, porque ante todo hay que tener vocación de servicio público y estar dispuesto a trabajar mínimo doce horas al día, de lunes a lunes, olvidándose del “relumbrón” que puede tener el cargo.
Antonio es consciente que después de que el Partido Popular lleve doce años gobernando en Granada, con Pepe Torres a la cabeza, no es fácil volver a pedir el voto, y más en un momento compulso políticamente hablando, como el que se está viviendo ahora mismo. No obstante, considera que la mejor campaña que puede hacer es que los vecinos de la capital miren lo que se ha hecho y lo que se está haciendo. Los grandes problemas de infraestructuras se han ido resolviendo; la calidad de vida en la ciudad ha mejorado mucho y prueba de ello es que Granada se haya consolidado como la segunda o tercera ciudad de España, tras Madrid y Barcelona en lo que a número absoluto de turistas en fin de semana se refiere, recordando que el principal aporte del PIB en la capital viene precisamente de la industria turística, y del sector turístico. Otra cuestión que no quiere que pase desapercibida, es haber conseguido que Granada haya sido reconocida por la UNESCO, como Ciudad de la Literatura, y que haya entrado a formar parte de la Red de Ciudades Creativas de la Literatura. En este proyecto se ha trabajado durante años y es la primera ciudad española en conseguirlo, teniendo en cuenta que en el mundo son muy pocas las que disfrutan de esta consideración. Evidentemente también destaca los logros conseguidos desde su área, la de deportes. El ejemplo más reciente es el de la Universiada (que ha sido valorada por la FITSU con un 9 en organización), que ha dejado en la ciudad más de 6 millones de euros de forma directa, llegando al bolsillo de los granadinos, y que los impactos mediáticos se han valorado en 10 millones de euros, cuando la inversión en la ejecución, ha sido tan sólo de 4, se quiera o no reconocer por parte del resto de fuerzas políticas, es un éxito, y la ciudadanía debe verlo. Por supuesto, tampoco nos podemos olvidar del Mundial de Basket, que fue todo un éxito, pese al desastre de la actuación de la selección española.
Una de las grandes propuestas que hace el Partido Popular para esta nueva legislatura es que la Alhambra deje dinero en la ciudad, para ello lo primero es el proyecto del Atrio, que no puede ser como se ha configurado, porque de esta manera si sigue adelante, va a hacer que aún menos el turista baje a la ciudad, ya que todo lo va a tener allí y no va a necesitar nada más. A lo que se une el que una pequeña parte del precio de la entrada del monumento nazarí sea para mejorar exclusivamente el Barrio del Albaicin, que es tan Patrimonio de la Humanidad como la Alhambra. Tan sólo dos euros por entrada harían que las mejoras en el barrio morisco fueran espectaculares. Granados considera que por parte del gobierno de la Junta de Andalucía ahora mismo no hay ningún tipo de voluntad política para poder dar una respuesta a esta cuestión, ya que es una necesidad que tiene esta ciudad, y es justo que al menos una parte de los beneficios que genera la Alhambra se quede en Granada.
Los grandes eventos deportivos internacionales van a seguir siendo una apuesta para el PP en el caso de que vuelva a gobernar, ya que además del beneficio económico directo que dejan en la ciudad, también se convierten en la mejor manera de vender Granada, lo que hace que tengan una repercusión mayor aún, de forma indirecta y a medio plazo. A esta apuesta, se le une la cultural y musical, absolutamente de lo más variada, que va a seguir siendo otro de los grandes ejes de trabajo. Y por supuesto seguir apostando seriamente por la industria turística y el sector servicios que son los principales sustentadores de la economía granadina. Nos adelanta la ampliación de una segunda línea LAC para mejorar la nueva configuración del transporte público de la ciudad.
Con respecto a la posibilidad de poder hacer pactos de gobierno, ante la incertidumbre de los previsibles resultados electorales, Granados confiesa que ahora mismo no se habla de este tema. Personalmente se considera muy optimista por naturaleza, lo que le lleva a estar convencido de que van a volver a tener una mayoría que les permita gobernar y sacar adelante sus propuestas, para seguir construyendo el modelo de ciudad por el que se apuesta desde el Partido Popular. Antonio confía en que los vecinos y vecinas de Granada van a volver a confiar en su partido, porque el trabajo bien hecho, y una ciudad como pocas en el mundo para vivir, son el mejor aval que pueden presentar.
«Nunca dudes que un pequeño grupo de ciudadanos comprometidos puede cambiar el mundo. De hecho, es lo único que lo ha logrado» – Margaret Mead, madre de la Antropología moderna
Esta semana nos acercamos a conocer la propuesta de Izquierda Unida para las elecciones municipales, y lo hacemos a través de la candidata a la alcaldía de Alhendín (municipio del cinturón de Granada), Victoria García Valenzuela, Vicky para los “muy allegados”. Nació en tierras del Nervión, pero es granadina, porque así lo eligió. Administrativa, cuarenta años, aguerrida, inquieta, y con una idea fija en su cabeza, presente durante toda la conversación, y a la que recurre una y otra vez, de forma más o menos consciente, la “Justicia Social”.
Victoria llega a Izquierda Unida, tras su paso por SOS-Racismo Granada, lo que la llevó a participar en el Foro Social, dónde conoció a Manuel Morales, Delegado en Granada, de Turismo Comercio y Fomento en el anterior gobierno de la Junta de Andalucía, y que por aquellos entonces, era un “joven” concejal del Ayuntamiento de Granada. Victoria reconoce que este encuentro fue muy impactante para ella y que el discurso de “Manolo la enamoró”. Finalmente Morales la fichó, y de esta manera entra en Izquierda Unida en 2007. Hasta ese momento había sido votante intermitente de IU, pero tanto el discurso de Morales, como el ambiente del partido en Granada, la terminó enganchando, llegándole sobre todo la honradez que vio en esta formación. No quiere hablar por todo su partido, sólo por la parte que ella conoce, por Granada, dónde pese a los años pasados, a Victoria le sigue llamando la atención no sólo la honradez, sino el altruismo de sus compañeros y compañeras, que “no buscan para nada ningún beneficio propio”. Gente que pone su trabajo, a cambio de nada, sólo por principios.
Victoria considera que si tiene que resumir lo que identifica a IU, por encima de cualquier otra cosa, sería la defensa de los Derechos Humanos (haciendo especial hincapié en la justicia social y la igualdad), la coherencia y la defensa de lo público. Y a la hora de distinguir a su formación del resto que concurren a las próximas municipales, lo tiene clarísimo, la gran diferencia es LA PARTICIPACIÓN. Un ejemplo clarísimo de hasta qué punto las decisiones de IU se toman sobre la base de que todo el mundo puede participar, lo supone el que para entrar a formar parte del gobierno andaluz, se hiciera un referéndum entre las bases para que tomaran la decisión de si hacerlo, o no. Como anécdota, se refiere a la primera asamblea provincial a la que asistió, en la que preguntó inocentemente si ella podía preguntar lo que quisiera, y decir lo que quisiera, para gran sorpresa de sus compañeros y compañeras, que poco menos le respondieron que de qué clase de campo de concentración venía. Para Victoria que todo el mundo pueda participar, con participación real, no ficticia, es una característica que define a su partido, como a ningún otro. Para ella sólo IU realmente es una formación en la que todo el mundo puede participar.
Todo el mundo es consciente que PODEMOS se ha nutrido de muchos militantes, simpatizantes, votantes, etc., de IU. Para Victoria las diferencias reales entre su partido y el partido que dirige Pablo Iglesias, radican en primer lugar, en cuanto al sistema de participación interna, que es PODEMOS, es una cosa como muy abierta, pero a la postre menos real. Y a nivel ideológico, que es dónde están las diferencias reales, es dónde está el quid de la cuestión. IU es un partido de izquierdas, con un posicionamiento claro ante todos los temas, mientras que PODEMOS, aunque parezca lo contrario, no tiene un planteamiento de izquierdas, e ideológicamente no se ha querido posicionar en los temas realmente importantes. Antes de las europeas, sí que estaban a la izquierda de IU, pero tras las elecciones, cuando ven que su caladero de votos puede ser mucho más amplio, en ese momento empiezan a cambiar el discurso, porque saltan por encima de IU, para pelear el voto al PSOE, e incluso al PP. “Ellos no tienen un planteamiento, ellos son la gente, ellos no tienen, ni defienden intereses de clase, ni unos principios ideológicos, ahora mismo no los tienen”. Para Victoria el día de la abdicación de Juan Carlos I, cuando todos los partidos de izquierda reales salieron a pedir un referéndum y PODEMOS en ese momento en el que había que retratarse, se desmarcó.
Las clave real del programa electoral general de IU para las próximas elecciones municipales radica en el convencimiento de que se terminó la política antigua, y que por ello se necesita gente diferente, que vea la política de otra manera y que quiera trabajar de otra manera, distanciándose del comportamiento rancio que hasta ahora existe. La política municipal se tiene que basar en la necesidad de generar alianzas y estas alianzas con quien realmente se tienen que hacer es con la ciudadanía, con los vecinos. Se acabó la política consumo, dónde la gente no quería participar, sólo que le resolvieran sus problemas. Ahora hay que enseñar y obligar a la ciudadanía a que participen, para lo que hay que generar los mecanismos necesarios para que esto sea posible, para que de verdad sea una realidad. Para Victoria ya hay municipios en los que están funcionando diversas modalidades, por lo que hay que ir a un modelo en el que las decisiones se consensuen con los vecinos, pero de una manera real. En los municipios pequeños es más fácil, pero en los más grandes se puede hacer a través de las juntas de distrito que tienen que ser auténticas plataformas de participación ciudadana activa. Es consciente que esto también requiere de un importante grado de concienciación, de información, de transparencia, y hasta de formación de la propia ciudadanía. Un proceso de educación en democracia, para que asuman su papel y lo ejerzan.