“VOX, la derecha sin complejos”

“VOX, la derecha sin complejos”

“Lo útil es votar a quien defiende tus valores” – eslogan de la candidatura de VOX a nivel nacional.

Ignacio Noguera, licenciado en derecho, con experiencia más que sobrada en el mundo de la empresa, con una vida hecha y asentada reconoce que entra en política, sencilla y llanamente porque se “cabrea”, y se plantea que es el momento de hacer algo al respecto, aunque siempre había creído que existían dos mundos, el de la política y el de la vida real de la ciudadanía. Pero oye hablar sobre VOX, se informa, lee el manifiesto fundacional y se siente reflejado.

VOX es una de las nuevas formaciones que entra en liza por la Alcaldía de Granada, y de otras muchas ciudades de España. Aunque a muchos el nombre de esta formación nos recuerde a nuestra época de escolares, y a los diccionarios que manejábamos (particularmente me recuerda el diccionario de latín que utilizaba en 2º de BUP), es una palabra procedente del latín que significa HABLA, y de alguna manera esta es la idea que hay tras esta formación, dar voz a toda una parte de la ciudadanía que se encontraba huérfana, políticamente hablando. Nace el 16 de enero de 2014 (por lo que tan sólo PODEMOS, es más “joven”) con ámbito nacional, y según Ignacio, es un partido en el que cabe todo, menos la izquierda, pero sí es una formación en la que pueden convivir perfectamente la gente “puramente de derechas”, con demócratas cristianos, neoliberales… aunque con una salvedad, que quiere especialmente remarcar Nogueras y es que “el liberalismo salvaje es tan malo como el comunismo”. Además del firme posicionamiento ideológico, sin complejos, VOX se asienta sobre la intención de realizar una regeneración política, en la idea de la eliminación del estado autonómico (para esta formación política ha sido fuente de corrupción y de multiplicar los gastos de una manera incomprensible e inaceptable, además de haber generado grandes diferencias en cuestiones fundamentales como por ejemplo la educación), realizando una recentralización del Estado español, que volvería a tener todas las competencias. No habría nivel intermedio, para VOX sólo tendría que existir el nivel local (ayuntamientos + diputaciones) y el estatal.

Nogueras, tiene una concepción de la política, como auténtico servicio público. Los políticos deben estar realmente a las órdenes de los ciudadanos. Además, manifiesta que no va a dejar su trabajo en el caso de que salga elegido, porque es a dónde después tiene que volver, porque en su concepción bajo ningún concepto entra el estar en política más de ocho años. Él es consciente de que debe de compaginar trabajo y política, reconociendo que es muy difícil, pero haciéndolo con honradez, desde su punto de vista no tiene que haber ningún problema. Lo que es más, para Ignacio todas las personas que entran en política tendrían que tener una experiencia real previa laboral, a ser posible con responsabilidades, para que así sepan de verdad de qué hablan, y puedan predicar con el ejemplo. Además los cargos públicos, no deberían de tener los privilegios que tienen, porque así se alejan de la ciudadanía y de la realidad de su vida cotidiana y de sus problemas.

Según el cabeza de lista de VOX en Granada, las tres palabras que definirían lo que representa su partido serían: honradez (si no eres honrado no entres en política); esfuerzo (entendido como valor, las cosas que cuestan son las que valen); y finalmente capacidad (en la política debe de haber gente con la preparación necesaria). Su convencimiento es que VOX supone “la forma honrada de hacer política”, basándose en estos tres pilares básicos. Además Ignacio considera que la primera cuestión por la que hay que votar a VOX es por el hartazgo con lo viejo, con los partidos viejos, que son prácticamente todos los que hay.

En cuanto a la posibilidad de realizar pactos para la próxima legislatura ante la posibilidad de que no haya una mayoría absoluta, Nogueras nos confiesa que personalmente le cuesta mucho creer en los pactos. Su partido no entraría a formar parte del gobierno porque cree que el pequeño además de actuar hipotecando al grande, se diluye en él, y pierde sus propias señas de identidad. En todo caso, sí estarían dispuestos a pactar determinados contenidos, actuaciones, políticas concretas, pero nunca entrar en el gobierno municipal.

Para VOX, lo más importante en la política municipal es manejar con racionalidad el presupuesto, y no endeudar más a la ciudad. Además como puntos importantes dentro de su programa está reclamar la gestión de la Alhambra y de Sierra Nevada para Granada, para la ciudad, además volvería a sacar a la palestra el proyecto del Teleférico a Sierra Nevada, porque según Nogueras, hay empresas y dinero para hacerlo. Desde su perspectiva Granada capital, sería parte de la propia estación de esquí, integrándola en la oferta, de la misma manera que negaría el proyecto del Atrio de la Alhambra y obligaría a que los visitantes del monumento nazarí se implicaran más con la ciudad, y sobre todo con el comercio y la oferta hostelera de Granada. Cree que es necesario reducir las tasas que pagan los establecimientos de restauración (restaurantes, bares y cafeterías), sobre todo en lo que a terrazas se refiere, para que así los negocios de hostelería generen más empleo. Cree necesario además que hay que mejorar la limpieza de la ciudad, y sobre todo mejorar el aspecto general de Granada, y no “ponerse a asfaltar justo antes de las elecciones”. Las empresas públicas municipales deben desaparecer, porque hacen competencia a las empresas privadas, que son las que tienen que realmente ofrecer los servicios. La administración está para vigilar la igualdad de oportunidades y hacer que se cumpla la legalidad. No tiene porqué entrar a competir con la iniciativa privada, porque no lo hace en igualdad de condiciones, y encima su mala gestión o sus pérdidas es algo que “pagamos entre todos”. En esta línea, desde VOX además, se propone que desaparezca la financiación pública a partidos, sindicatos y organizaciones empresariales.

Para Ignacio Nogueras, su candidatura supone el estar en contacto con la realidad, el tener los pies en la tierra y el haber tenido experiencia previa a nivel de gestión de empresa, lo que hace que tenga una visión mucho más profesionalizada y real de cómo hay que gestionar la vida pública desde un ayuntamiento.