Una de las consecuencias desastrosas que puede traer una jornada electoral como la vivida el 26 de junio, sin lugar a dudas, es la pérdida de confianza que se genera a nivel social, en las empresas y en los profesionales que nos dedicamos a la demoscopia. Es cierto, que hemos errado – nos metemos todos en el saco- y que además en esta ocasión de forma bastante estrepitosa. Evidentemente es imperioso hacer una autocrítica y una reflexión, pero no queremos que esto sirva para denostar una profesión tras la que hay ciencia y también, hay que decirlo arte, y que tiene como secreto del éxito el que se debe basar en la experiencia y en el buen hacer. Un buen hacer que debe de buscar nuevas fórmulas, o las viejas aplicadas de otra manera, para conseguir sobre todo la veracidad en la información necesaria.
Hace muchos años que damos clase, y llegado el momento de hablar de las encuestas, siempre hemos dicho a nuestros alumnos y alumnas, que un cuestionario “jamás puede ser un mero listado de preguntas ya que debe de ser una herramienta diseñada para cumplir unos objetivos. Realmente el hacer un buen cuestionario, no puede ser nunca algo mecánico, sino que más bien todo lo contrario, es un arte”.
Un cuestionario útilparaconseguir los objetivos propuestos con la investigación debe estar realizado por profesionales con la suficiente experiencia, y con solvencia técnica más que contrastada, además, hay que insertarlo en todo un proceso, que por muy cuantitativo que sea y por muy innovadores que queramos ser a la hora de recoger la información, utilizando las últimas tecnologías a nuestro alcance, sigue necesitando de un investigador o investigadora jefe, que sea quien “cuadre al milímetro todo”. Y para cuadrar todo al milímetro en un momento como el actual, antes de ponerse a diseñar el cuestionario, hay necesariamente, que hacer un trabajo previo, de tipo cualitativo, que nos permita desarrollarlo en clave de realidad y de identificación, para las personas que lo responderán después. Nos explicamos. El cuestionario tiene que ser reflejo del discurso de la calle, de su vocabulario, de sus preocupaciones, de lo que les importa y de lo que no les importa. Hay que abordar multitud de cuestiones, siendo capaces de llegar a los diferentes escenarios, para que así tenga sentido para quien lo responde y sobre todo que no le resulte un ataque. Por ello, dentro de esta autocrítica y revisión que tenemos que hacer, la primera sin lugar a dudas, está en que hemos de trabajar mucho más el diseño de los cuestionarios, que tiene que ajustarse más a la realidad y sobre todo a poder indagar en lo que realmente es importante, las emociones que son las que llevan a las personas finalmente a dar su voto a una u otra opción política. Tal vez sea el momento de indagar mucho más en las posibilidades de la neurociencia aplicada a este mundo.
Es por todo esto, por lo que no vale recurrir a bancos de preguntas de esos que existen en internet, o a cuestionarios de otras épocas que tengamos en nuestro propio banco… a la hora de plantearlas hay que ser muy conscientes de la realidad socioeconómica de cada momento, por ello, no puede ser el mismo cuestionario el que se aplique en junio de 2016, que el que se aplicó en diciembre de 2015, o el de 2011, sencilla y llanamente, porque la realidad, política, social y económica del país, no es la misma.
Otra cuestión de suma importancia es la muestra que se elige. El número de encuestas es fundamental, pero más importante aún es a quién se pregunta, por lo que la elección de las personas concretas que formarán parte de la muestra es uno de los elementos básicos para la consecución de los objetivos. Por ello las muestras deberán ajustarse a unos parámetros previamente establecidos (sexo, edad, lugar de residencia, nivel de estudios, etc.) y no deberemos de movernos de ahí, porque de esa manera aseguraremos los resultados, siempre evidentemente moviéndonos en los márgenes de error establecidos. Por ello el equipo de encuestación debe estar perfectamente formado, y profesionalizado.
Y hasta aquí cuestiones que podemos denominar generales y previas. Aunque el auténtico arte llega después, una vez que el trabajo de campo ya está hecho. En lo que se denomina la cocina de las encuestas. Aquí es donde realmente las empresas no nos la podemos jugar y donde necesitamos contar con la experiencia y la cualificación profesional de las personas encargadas de ejercer de masterchef.
Cuestiones a tener en cuenta:
El voto útil: este es un aspecto que siempre se tiene que barajar, pero mucho más en las últimas elecciones, debido al hartazgo que ha provocado en el electorado la situación de desgobierno, que ha durado más de 6 meses y que se ha querido evitar a toda costa, por lo que en muchos casos se impone lo práctico, a cualquier otra emoción o devoción.
El voto oculto: este es uno de los grandes caballos de batalla en todas las elecciones, pero en estas lo ha sido más, ya que existe cierta vergüenza social a manifestar públicamente que se va a votar a partidos que han tenido en sus filas escándalos, por lo que se tiende a decir que no se sabe a quién se votará, o que se hará en blanco o hasta la abstención. En algunos casos, incluso se suma al carro de la reputación, para “quedar bien”.
La reputación: en los procesos electorales y sobre todo en los últimos, el electorado se ha encontrado con partidos que llegaban “vírgenes” a la batalla política, por lo que se presentan impolutos y sin manchas, no como los “antiguos” que llegan con muchos motivos para callar. Esto también hace que haya personas que hayan manifestado en las encuestas, que iban a votar o en las que se hacen a pie de urna, que habían votado a alguno de estos partidos, para así sentirse socialmente más aceptado e incluido en lo “socialmente correcto” que es alejarse de las viejas guardias.
Sólo las personas de arraigados y profundos principios son las que manifiestan claramente su intención de voto, las que no se avergüenzan de reconocer a quién han votado, porque su nivel de identificación con unas siglas es total, por lo que es un orgullo manifestarse. Esta tipología hay que reconocer que cada vez es más escasa, sobre todo en lo que a los partidos tradicionales se refiere, lógicamente debido a los continuos casos de corrupción y de escándalos varios en los que se han visto inmersos. Es cierto que este tipo de votante es en la mayoría de los casos mayor de 40 años, y viene de haber vivido una experiencia vital muy arraigada con peso importante de los valores familiares, y con un nivel de identificación que pasa por haber tenido experiencias que incluso hayan podido marcar de forma personal o profesional, la elección política. En cuanto a los más jóvenes, también podemos encontrarnos con esta tipología, pero en este caso, fundamentalmente motivados en valores asociados a la emoción, a la necesidad de cambio y de sentirse pieza fundamental en la construcción de un nuevo modelo político y social, con el que sentirse más identificados.
Por todo esto, y teniendo en cuenta todo lo que hemos comentado, la cocina electoral, es sin lugar a dudas, alta cocina, sólo al alcance de los más expertos chefs. Por todo ello la reflexión que hay que hacer no es que las encuestas no sirven, no, ni mucho menos, la reflexión que tienen que hacer desde algunas empresas va más por el sentido de ¿en qué nos hemos equivocado? La estadística está contrastada, así que el error debe de haber venido por la forma, tal vez demasiado amateurizada de realizarla.
No obstante, nos gustaría terminar con una reflexión. Es cierto que tenemos mucho que mejorar, y que hay mucho por trabajar, vaya eso por delante. Ahora bien, sabemos que las encuestas a pie de urna realizadas para los medios de comunicación han fallado estrepitosamente, pero ¿qué pasa con las internas de los partidos, también han fallado, o esas sí que han acertado? Ahí lo dejamos. Hasta el próximo proceso electoral, que esperemos que sea el que corresponda en tiempo y forma, y que no nos veamos avocados a seguir en un estado de desgobierno absoluto.
Retomamos los miércoles dedicados a la política en el grial, ya que no sólo de azucarillos nos alimentamos. Hoy queremos dedicarlo cómo no, al debate del pasado lunes día 7 de diciembre que consiguió pese a ser festivo y estar justo en medio del puente por excelencia en nuestro país, unos datos de audiencia, tanto en televisión, como en radio como en redes sociales, absolutamente espectaculares. Desde nuestro parecer hubo dos claros ganadores: el primero indiscutiblemente, el grupo ATRESMEDIA, que ha cosechado cifras de infarto, y el segundo, no menos importante, la democracia. A veces, como la tenemos, como podemos hablar de lo que queremos y con quién queremos, como podemos escuchar a todo el mundo, como podemos gritar lo que nos apetezca, nos olvidamos del logro tan importante que esto supone. Así que una vez más quedó claro que la democracia, y el vivir en libertad de opinión, de expresión, de todo, debe ser algo que nunca hemos de olvidar y por lo que debemos seguir luchando, sobre todo ante quienes quieren imponer por la fuerza, ideologías, religiones, o formas de vida.
Hecho este alegato, porque no está de más recordar cómo son las cosas y que hay que seguir día a día luchando por lo que tenemos, simplemente, aunque sea a modo de ejemplo, queremos recordar que el debate fue seguido en televisión por más de 9.200.000 personas, llegando a superar la audiencia en determinados momentos más del 65% del Share. En Twitter por ejemplo, llevó a que hubiera más de 2,5 millones de tweets sobre el debate, lo que hizo a que fuera Trending Topic mundial durante varias horas. Por lo que hay una pregunta que hemos de hacernos sí o sí ¿interesa la política? Parece que de alguna manera la nueva situación política, los actores recién llegados que traen un aire fresco y una nueva forma de ver, hacer y entender en política, las nuevas generaciones que están siendo conscientes de que realmente Smartphone en la mano se puede conseguir mucho y se pude hacer que las voces que antes no tenían un vehículo de expresión, ahora sí lo tengan, parece que todo esto ha hecho que la desidia de las última década sobre todo, esté siendo superada.
Para quiénes tenemos la política y el análisis político en el ADN, esta es una situación que básicamente “nos pone”. Las contiendas electorales habían pasado a ser muy aburridas, ya que igual que en la liga de las estrellas pareciera que todo estaba decidido y que sólo Real Madrid o FC Barcelona podrían ganarla, en la batalla electoral, parecía que sólo PP y PSOE podrían alcanzar el gobierno. Las pasadas elecciones municipales y autonómicas nos demostraron que esto no es así, y que la ciudadanía puede exigir a sus representantes que empiecen a hacer las cosas de otra manera, que el escenario ha cambiado, que los actores también, y que ya no estamos en la época de los monólogos, si no que estamos dando paso a la era de las actuaciones corales, dónde existe la necesidad de hablar, de dialogar, de aprender a escuchar, de ceder, de dar. Las encuestas pueden equivocarse más o menos, pero todas apuntan a un hecho que será de todas, todas, irrefutable y es que ya pasó el tiempo de los rodillos de las mayorías absolutas, ahora es necesario volver a la esencia misma de la política que entraña desde su misma naturaleza, la necesidad de diálogo y comprensión.
Las encuestas en general dan como ganador a Pablo Iglesias. Prácticamente todos los medios han coincidido al respecto. La encuesta realizada vía Twitter por nuestra casa, @GRUPO3Estudios, aunque no ha tenido un número representativo estadísticamente de respuestas no se aleja de esta visión.
Particularmente desde nuestra perspectiva, todos ganaron y todos perdieron. Todos ganaron porque cada uno fue capaz de defender su postura y de hacer lo que se esperaba. Nadie ganó porque quizás, quiénes llevamos mucho tiempo soñando con hacer “análisis politológicos de altura”, esperábamos un poco más. Esperábamos que alguien hubiera realmente destacado, hubiera sido capaz de romper con lo establecido y de demostrar la personalidad necesaria para estar al frente de un país que sigue estando en la UCI. Pero bueno, poco a poco. El lunes se dio un pasito, y esperemos que sigan dándose muchos más.
Ahora ya lo único que nos queda es pensar que el próximo proceso electoral, el del día 20 de diciembre, debería de también romper moldes, e igual que se batieron todos los récords de audiencia en todos los formatos de comunicación, también se rompan en cuanto al porcentaje de participación y que gane quien gane, y salga la composición que salga para el nuevo parlamento, lo haga con la participación más que mayoritaria de la ciudadanía. Alcanzar cuotas que superen el 75 por ciento de participación, ese sería el gran triunfo en las próximas elecciones, ya que demostraría que finalmente hemos decidido pasar de contemplar a actuar, no queremos ser meros espectadores, y eso, dónde se demuestra es en la urnas, así que no hay excusas, a votar.
Se acerca el día 13 de junio, fecha en la que sí o sí se tendrán que constituir los ayuntamientos en todo nuestro país. 8.122 nuevas corporaciones locales estarán preparadas para comenzar a trabajar por los “intereses de la ciudadanía”, para conseguir que sus vecinos y vecinas vivan mejor. Estamos a menos de 72 horas de que los nuevos alcaldes, alcaldesas, concejales y concejalas se “invistan”. Esta semana hemos estado viendo como poco a poco, todas las corporaciones de nuestro país andan de despedidas. En los medios de comunicación y en las redes, aparecen fotos que nos muestran a políticos y políticas con rostros sonrientes, pareciendo grupos de estudiantes, que se van a graduar. Muchos de los que aparecen en estas instantáneas ya no volverán. Habrá quien esta situación la viva como un alivio, seguro que sí, y habrá quien no sepa que hacer a partir del lunes 15 de junio, ya que hay quien lleva tanto tiempo yendo al Consistorio (a su casa) que ahora va a necesitar terapia “reeducacional”, porque si no, seguramente que alguno o alguna será visto por conserjes y ujieres, intentando entrar en un despacho, que le perteneció, pero que ahora tiene nuevo inquilino, aunque tarde en desaparecer del ambiente del mismo, el aroma de su perfume.
Este es el momento en el que probablemente los que no van a volver se sentarán y reflexionarán. Se preguntarán qué es lo que han podido hacer para que aquellos vecinos y vecinas que un día depositaron su confianza en ellos y en ellas, ahora le hayan vuelto la espalda, en algunos casos “de una manera cruel”. Muchos se sentirán defraudados, incluso traicionados por una ciudadanía que no ha sabido entender sus “desvelos”. Y tal vez tengan razón, no se la vamos a quitar. Pero ¿esta es la pregunta que se deben de hacer? Desde nuestro modesto punto de vista, esta actitud no lleva a ninguna parte. El victimismo y autocomplacencia que estamos viendo en lideres y lideresas que “de pronto” han dejado de serlo, no es bueno, no es sano, y por supuesto no ayuda a la clase política a crecer.
Tal vez el planteamiento debiera ser otro. Las preguntas que tendrían que hacerse obviamente deberían ir por otros derroteros, que no supongan buscar la culpabilidad fuera, sino mirar hacia dentro, para ver qué es lo que realmente se ha hecho mal. Para poder analizar en qué se ha fallado, dónde han estado los errores y a partir de ahí reflexionar en clave de futuro.
La primera pregunta que cualquiera de estos ex representantes públicos debe de hacerse es ¿he hecho realmente todo lo que podía por mi ciudad, por mis vecinos? ¿lo he dado todo? Además, como este debe de ser un ejercicio interior, de autoencuestación, lo lógico sería que las respuestas fueran lo más sinceras posible, porque si no, realmente mejor es estarse quieto y seguir “llorando por las esquinas” al respecto de lo “malos” que son todos, y lo “poco que han comprendido los desvelos”. Si esta pregunta no es afirmativa, es mejor no seguir haciéndose más, pero por si alguien se atreve a pasar la “prueba de la verdad” le recomendamos que además responda a las siguientes cuestiones:
¿he puesto por delante los intereses de la ciudadanía a los de mi formación política, o a los míos propios?
¿he tomado decisiones en base a la justicia y a mis verdaderos principios, sin tener en cuenta ningún tipo de prejuicio ideológico, cultural, racial, etc.?
¿he obrado de tal manera que haya podido beneficiarme personalmente o beneficiar a los míos?
¿he actuado con contundencia ante la injusticia, el aprovechamiento, o la sinvergonzonería de propios y extraños, o he preferido mirar para otro lado?
En definitiva, ¿he escuchado a la ciudadanía?, o por el contrario ¿he actuado de forma despótica sintiéndome poseedor de la verdad absoluta, y del conocimiento universal?
Probablemente las respuestas a estas cuestiones servirán para explicar en la mayoría de los casos, qué es lo que ha ocurrido y porqué la ciudadanía ahora ha decidido dar su confianza a otros y a otras, a quienes, por cierto, modestamente les aconsejamos que periódicamente se vayan realizando estas preguntas, para de esta manera, no llevarse un “susto mortal”, en mayo de 2019. Recordadlo, porque quién avisa, no es traidor, como dice el sabio refranero español. Ya que al fin y al cabo, como hemos estado comentado esta semana, cada cual recoge lo que siembra, y por supuesto en el caso de los políticos, esta máxima universal no iba a ser diferente.
Suerte para todos, para los que se van y para los que llegan que no lo tienen nada fácil. Y mientras llega el día 13, en muchos municipios de España seguimos haciendo quinielas, porque realmente no tenemos ni la más remota idea de quién va a ser nuestro alcalde o alcaldesa. Por cierto ¿sabéis si las casas de apuestas están trabajando este tema?
“Las elecciones, a veces, son la venganza del ciudadano. La papeleta es un puñal de papel.” – David Lloyd George
Han pasado ya diez días desde que la ciudadanía eligiéramos a nuestros nuevos representantes municipales. Las urnas en general, nos dejaron un panorama hasta ahora desconocido en nuestro país, ya que las mayorías absolutas, aunque no hayan desaparecido del todo, se han quedado reducidas a la mínima expresión, sobre todo en poblaciones de más de 20.000 habitantes. Esta situación hace que como se preveía comience una nueva etapa que debe de estar protagonizada por una nueva forma de hacer política, en la que irremediablemente los pactos son los que tienen que marcar las hojas de ruta a seguir, y sobre todo, son los que finalmente van a decidir quiénes van a ser los gobernantes y por supuesto quiénes van a ocupar las alcaldías. Hasta ahora hay una gran incertidumbre al respecto de quién finalmente será el alcalde o la alcaldesa en la gran mayoría de las capitales de provincia. Los nuevos actores, lógicamente se están dejando querer y aún no se han manifestado claramente en muchos casos. En lo que sin lugar a dudas sí que hemos de estar de acuerdo, es en que es un nuevo principio, y que por supuesto supone un cambio radical con respecto a lo que hasta ahora, mayoritariamente ha sido la política municipal.
En las semanas previas al 24 de mayo, por nuestro blog han pasado representantes de la mayoría de las fuerzas políticas, y muchos de ellos ahora son protagonistas absolutos del proceso. Aunque vamos a referirnos al caso de Granada, prácticamente las conclusiones y lo sucedido se puede trasladar a todas las capitales andaluzas y a gran parte de todas las de España, ya que aunque se hable a nivel municipal, en cierta manera, se trabaja en “modo consigna nacional”, porque no olvidemos que las generales que serán probablemente en noviembre, están en el punto de mira de todas las fuerzas políticas, por lo que las elecciones que hagan ahora, y a qué “compañeros de cama” se elija, será determinante a la hora de presentarse con mayor o menor credibilidad al nuevo proceso electoral.
Uno de los partidos “nuevos” que por primera vez competían a nivel municipal es VOX. No se presentaba de forma general en todos los municipios, ni tan siquiera en la mayoría, y sus resultados han sido bastante exiguos. En el caso de Granada, Ignacio Nogueras, el candidato a la alcaldía de la capital nazarí, tras conocerse los resultados nos decía que “el caos se ha instalado”. Para Nogueras, es necesario respetar los programas electorales y las ideas, y según él, esto es incompatible con los pactos. Considera que “la llave la tiene Ciudadanos, y este partido es el que al final va a decidir en muchos sitios, como Granada, quién gobierna o quién no”. Nogueras teme que este nuevo panorama pueda terminar en cuatro años perdidos para la mayoría de los municipios. También quiso aprovechar este espacio para agradecer a los cerca de 1000 votantes que han confiado en su opción en Granada capital.
UPyD, ha sido probablemente el gran damnificado en este proceso electoral, ya que a nivel general, ha perdido aproximadamente el 40% de sus votos. Mayte Olalla, que hasta el próximo día 13 sigue siendo concejala en funciones en el Ayuntamiento de la capital granadina cree que “la baja participación ha sido un palo tremendo, y que todas las fuerzas políticas deben revisar sus actuaciones, porque esto significa que algo se está haciendo mal”. A partir de ahora “el escenario que se abre supondrá un gran reto para los ayuntamientos, y por supuesto para el de Granada”. Olalla sale del consistorio nazarí con la satisfacción del trabajo realizado, con la convicción de haber hecho todo lo posible, recordando que el presupuesto inicial para la campaña con el que contaban era de 339 euros (finalmente 3140 con las donaciones), lo que desde luego no les ha ayudado a tener una gran presencia mediática, como la que sí han disfrutado otras fuerzas políticas.
Otra “víctima” en estas elecciones ha sido Izquierda Unida. En Granada ha perdido la mitad de su representación, volviendo a tener sólo un concejal. Aunque mo todo han sido malos resultados para esta formación. Con nosotros estuvo Victoria … que recordemos era la candidata por Alhendín, y en sus caso los resultados han sido un auténtico éxito. Vicky ha conseguido entrar en el ayuntamiento de la localidad del cinturón de Granada y devolver a este municipio la presencia de IU, que desde los años noventa no había vuelto a estar, por lo que para esta sevillana, granadina de adopción, ahora se abre una nueva etapa llena de ilusión y que afronta con muchas ganas. También quiso recordar que los resultados generales en la provincia han llevado a su formación a pasar de 4 alcaldías a 11 y a incrementar las concejalías, por lo que ahora IU debe centrarse en “responder a la gente que ha confiado en nosotros”.
Vamos Granada, formación en la que estaban PODEMOS y EQUO, aunque realmente es un partido ciudadanista, también concurría en estos comicios por primera vez. Esta formación ha conseguido 3 concejalías, y Romu Benítez, que formaba parte de esta lista, y que estuvo con nosotros para presentarnos su programa, hacía también una valoración al respecto, considerando que han cumplido sus principales objetivos, ya que según Benítez “llegábamos a estas elecciones con el objetivo de romper la mayoría absoluta del Partido Popular, que duraba ya 12 años, y además buscando estar presentes en el consistorio para poder participar en la toma de decisiones y ambos objetivos se han cumplido, por lo que desde Vamos Granada, la valoración que hacemos de los resultados electorales es muy positiva”. Este partido, que tiene una forma muy diferente de entender cómo se deben de hacer las cosas, afronta también con mucha ilusión, la nueva etapa. Avisan de su intención de propiciar que no haya un nuevo gobierno de Pepe Torres, pero a la vez quieren dejar claro que no van a entrar a formar parte de un posible “gobierno de izquierdas”.
Uno de los grandes vencedores de estas elecciones, y además considerado “llave” en muchos de los municipios de nuestro país, y en muchos de los “emblemáticos”, es sin lugar a dudas Ciudadanos. Con nosotros estuvo Luis Miguel Rodríguez, y también nos recibió para valorar los resultados. En el caso concreto de Granada, existía un gran descontento con la campaña directa en contra del candidato, Luis Salvador, que había hecho el PP, por la que el propio alcalde en funciones, Pepe Torres, pidió la pasada semana disculpas públicas. Para Luismi esta campaña había restado votos a su formación y también al propio PP, propiciando que la participación fuera finalmente menor de la esperada. Para Rodoríguez lo más gratificante para su formación ha sido “que se ha acabado con el rodillo de la mayoría”. Aún no se puede avanzar cuál va a ser el signo del voto de esta “llave”, aunque lo que sí se nos asegura es que no va a formar parte de ningún gobierno, sino que van a trabajar para llevar la trasparencia al consistorio y para que cada decisión deba de ser consensuada. “Ciudadanos no va a dar un cheque en blanco a ninguna formación, a cambio de ningún asiento”.
El gran perdedor, de estas elecciones, sin lugar a dudas es el Partido Popular, que tras 12 años de gobierno municipal ha visto como perdía la mayoría absoluta, dejando en el camino además a cinco concejales con respecto a las elecciones anteriores. Nos sentábamos con Antonio Granados, -hasta ahora concejal de deportes, número 12 de la lista, y el primero de los integrantes de la candidatura del PP que finalmente no ha conseguido acta- quien hace una valoración autocrítica de los resultados obtenidos por su formación. Es consciente de que “los ciudadanos han hablado y han castigado a nivel nacional a su partido. No es un tema particular de Granada, sino generalizado, por lo que cree que “en la dirección nacional del Partido Popular hay que reflexionar, no siendo autocompasivo o autocomplaciente, sino que hay que oír a la ciudadanía y a lo que han querido trasmitir. Es necesario que los líderes se remanguen y tomen el pulso a lo que está pasando, tomando las decisiones que sean necesarias, y sobre todo oyendo lo que la ciudadanía ha dejado claro con estos comicios”. Granados también aprovechaba para agradecer a todas aquellas personas del mundo del deporte que en estos días se han puesto en contacto con él para agradecerle el trabajo desarrollado durante estos cuatro años.
Y finalmente, también hablábamos con Paco Cuenca, cabeza de lista de los socialistas granadinos, y que aspira a ser alcalde de Granada, liderando una coalición progresista que desbanque a la actual corporación. Cuenca, que ha mantenido los mismos concejales con los que partía, ocho, considera que Granada ha hablado, se ha manifestado y que la mayoría de los granadinos y granadinas quiere un cambio en la alcaldía, por lo que él se propone como esa alternativa, liderando un nuevo proyecto de ciudad, basado en consensos y sobre todo, en la creación de empleo y hasta el día 13 que se constituirán los nuevos ayuntamientos, va a seguir trabajando para que así sea.
Fuera como fuese, el sábado de la próxima semana, San Antonio de Padua, según el santoral, día 13 de junio, definitivamente las incógnitas quedarán desveladas. ¿Cuáles son vuestras apuestas?
“Es difícil derrotar a una persona que nunca se rinde” – Babe Ruth
Esta semana nos toca acercarnos al color Magenta. Nos tomamos un café y charlamos con Mayte Olalla, que nos cuenta todo lo que hay que saber de UPyD. Mayte actualmente es concejal del Ayuntamiento de Granada, y cabeza de lista por su formación al Ayuntamiento de la capital nazarí. Esta mujer de ojos claros, que hoy tiene 44 años, fue la única en conseguir representación en un ayuntamiento de capital de provincia en toda Andalucía en las pasadas elecciones municipales. Mucho ha llovido desde entonces, pero esta madre de tres hijos, socióloga de formación y Técnica de Empleo de profesión que nunca había tenido vinculación con la política, sigue siendo hoy la misma que repartía su programa electoral, en la puerta del Estadio de los Cármenes, parándose con la gente que pasaba por allí, mirándola a los ojos con mucho convencimiento, y diciendo: Hola soy Mayte Olalla, candidata de UPyD para el Ayuntamiento de Granada.
Mayte entra en UPyD, movida por la conciencia social que siempre ha tenido. Siempre había tenido claro que quería hacer algo más “desde pequeña creía que cada persona era la pieza de un puzzle, y ella buscaba saber qué pieza era, y dónde encajaba mejor”. Es una mujer convencida de que cada uno de nosotros tiene que poner lo mejor de sí mismo al servicio de la comunidad. Su madre siempre la había animado a entrar en política, diciéndole que cuando llegara, podría cambiar las cosas. Aunque ella estaba muy desencantada con los unos y con los otros. Por su trabajo en el Instituto Municipal de Empelo había trabajado precisamente con los unos y con los otros y todos la habían expedientado. Pero en verano de 2007, todo cambia, por mediación de una prima, se acercó a conocer el proyecto de UPyD, leyó el manifiesto y le encantó. El proyecto le ilusionó, vio que realmente había gente que creía en ello, en que hacer las cosas de otra manera era posible. El primer reto fueron las europeas y fue la primera vez que un partido de ámbito nacional, nacido después de la transición logró obtener en 6 meses una diputada.
Olalla recuerda que UPyD fue el primer partido en hablar de que había que romper con el bipartidismo, que era necesario cambiar la ley electoral, que había que despolitizar la justicia, y las Cajas de Ahorro, así como las diferencias territoriales generadas por no cerrar en su momento el modelo autonómico. De hecho para Mayte, UPyD había puesto sobre la mesa todos los temas básicos que luego sacó a la palestra el Movimiento 15M, y todo lo que este recogió en su manifiesto, ya lo venía diciendo UPyD. Estos movimientos de alguna manera han servido para aupar a las dos nuevas formaciones políticas (PODEMOS y Ciudadanos), pero para Olalla los primeros en sentar a los poderos frente a un juez han sido precisamente su partido. Se han enfrentado a los bancos y eso no se lo perdona nadie. Su partido ha hecho ver dónde estaban los problemas y han sido la principal herramienta que ha hecho que el bipartidismo en España vaya perdiendo fuerza.
Para Mayte el problema que han tenido como formación política es que no han sabido comunicar bien todo lo que estaban haciendo. Para ella en su partido se creía que con trabajar y hacer las cosas bien, era suficiente, y se vería, aunque al final no se ha visto, porque además tampoco han contado con la ayuda de los medios de comunicación para visibilizar lo que estaban haciendo. De hecho la percepción que tiene es que se les ha intentado arrinconar, porque eran molestos, y cambiarlos por otro partido que puede resultar más vendible y más comprable, para ello han querido “matar a Rosa”, pero de lo que no son conscientes es de que aunque no lo crean este partido no es para nada personalista y que hay verdadera democracia interna, y hay muchas “rosas”. Mayte lo tiene clarísimo, no los van a parar, ni los van a callar. De hecho, nos están dando por muertos desde antes de las elecciones andaluzas, pero ni mucho menos. Estamos más vivos que nunca.
Mayte considera que no tienen nada que ver con Ciudadanos, aunque para ella este partido ha copiado muchas de las propuestas de UPyD, que por cierto, piensa que ojalá las lleven a cabo, porque así se harán cosas nuevas y diferentes que es lo que ellos quieren. Un ejemplo concreto, es en la concepción de pactos que tiene Ciudadanos. Sólo se pactará sobre propuestas concretas y programas, y aquí Mayte bromea recordando que la frase de “programa, programa, programa”, realmente fue de Julio Anguita.
Según la edil granadina, las tres palabras que definen lo que es y lo que representa Unión Progreso y Democracia son: transparencia, honestidad y conciencia de servicio público. Partiendo de esta base, lo que aporta este partido cómo diferente lo ha estado demostrando durante estos cuatro años de oposición en el Ayuntamiento de la capital. Han trabajado haciendo ver que la vieja política no tiene sentido, demostrando que es posible hacer política de otra manera, aportando soluciones, haciendo sugerencias, denunciando lo que no debe de ser, demostrando que hay mucho dónde recortar todavía, para que no halla que recortarle nada a los ciudadanos. Olalla cree que es un sinsentido que haya trabajadores/asesores que cobren más que el alcalde, o que los concejales cobren dietas (200.000 euros al año), por asistir a consejos de administración, que en el fondo son sobresueldos encubiertos por hacer algo que forma parte de su trabajo (Mayte no ha cobrado estas dietas, no ha querido). Además de alguna manera, en el ayuntamiento de Granada están incidiendo en hacer la política de otra forma, debatiendo sobre temas reales, no sobre las personas, y mostrando mucho más respeto para con todos. Es una forma de hacer diferente que ha ido calando. Lo importante debe ser que no nos pongamos trabas, hay que colaborar y pensar de verdad en la ciudad.
Mayte considera que las etiquetas de izquierda y derecha, hoy en día no tienen sentido, porque son concepciones del siglo XIX, hoy ya no hay esa lucha de clases que originó esta concepción. Considera que conservadurismo y progresismo son conceptos más acordes al siglo XXI, y por supuesto UPyD es un partido progresista. Si tuvieran que sentarse a negociar o hablar con algún partido, la condición sine qua non es que se comprometan a la trasparencia absoluta del ayuntamiento, y no sólo dejando ver la información, sino generando herramientas que te permitan ordenar, organizar y realmente poder sacar partido a esa información, esto además genera economía, como se ha demostrado en otros países, porque las empresas ven posibilidades que están contrastadas con estudios y con información que debe de estar disponible para toda la ciudadanía. Esto es democracia básica y es algo imparable, que aunque se quiera ralentizar, va a llegar.
UPyD también ve mucho dónde es posible recortar, para que no se recorten en cuestiones sociales, y dentro de sus propuestas está el volver a poner en pie al IMFE, que no es un gasto, es una herramienta de generación de empleo, negocio, desarrollo, etc. Desmantelarlo sólo ha supuesto una pérdida de oportunidades, y a la larga no ha sido ningún ahorro.
Mayte trasmite ganas, positivismo, cree en lo que está diciendo, y pese a haber estado muy “sola ante el peligro” durante toda la legislatura está plenamente convencida de que aún puede aportar mucho al Ayuntamiento de Granada. Tienen muchas ganas de trabajar, y pese a que las encuestas no le sean ahora mismo favorables, cree que UPyD tiene que seguir presente en el consistorio haciendo las cosas de otra manera y como ella dice seguir así “siendo el pepito grillo” que denuncia todo.