por grupo3estudios | Jun 10, 2015 | El Grial de tu Empresa
Se acerca el día 13 de junio, fecha en la que sí o sí se tendrán que constituir los ayuntamientos en todo nuestro país. 8.122 nuevas corporaciones locales estarán preparadas para comenzar a trabajar por los “intereses de la ciudadanía”, para conseguir que sus vecinos y vecinas vivan mejor. Estamos a menos de 72 horas de que los nuevos alcaldes, alcaldesas, concejales y concejalas se “invistan”. Esta semana hemos estado viendo como poco a poco, todas las corporaciones de nuestro país andan de despedidas. En los medios de comunicación y en las redes, aparecen fotos que nos muestran a políticos y políticas con rostros sonrientes, pareciendo grupos de estudiantes, que se van a graduar. Muchos de los que aparecen en estas instantáneas ya no volverán. Habrá quien esta situación la viva como un alivio, seguro que sí, y habrá quien no sepa que hacer a partir del lunes 15 de junio, ya que hay quien lleva tanto tiempo yendo al Consistorio (a su casa) que ahora va a necesitar terapia “reeducacional”, porque si no, seguramente que alguno o alguna será visto por conserjes y ujieres, intentando entrar en un despacho, que le perteneció, pero que ahora tiene nuevo inquilino, aunque tarde en desaparecer del ambiente del mismo, el aroma de su perfume.
Este es el momento en el que probablemente los que no van a volver se sentarán y reflexionarán. Se preguntarán qué es lo que han podido hacer para que aquellos vecinos y vecinas que un día depositaron su confianza en ellos y en ellas, ahora le hayan vuelto la espalda, en algunos casos “de una manera cruel”. Muchos se sentirán defraudados, incluso traicionados por una ciudadanía que no ha sabido entender sus “desvelos”. Y tal vez tengan razón, no se la vamos a quitar. Pero ¿esta es la pregunta que se deben de hacer? Desde nuestro modesto punto de vista, esta actitud no lleva a ninguna parte. El victimismo y autocomplacencia que estamos viendo en lideres y lideresas que “de pronto” han dejado de serlo, no es bueno, no es sano, y por supuesto no ayuda a la clase política a crecer.
Tal vez el planteamiento debiera ser otro. Las preguntas que tendrían que hacerse obviamente deberían ir por otros derroteros, que no supongan buscar la culpabilidad fuera, sino mirar hacia dentro, para ver qué es lo que realmente se ha hecho mal. Para poder analizar en qué se ha fallado, dónde han estado los errores y a partir de ahí reflexionar en clave de futuro.
La primera pregunta que cualquiera de estos ex representantes públicos debe de hacerse es ¿he hecho realmente todo lo que podía por mi ciudad, por mis vecinos? ¿lo he dado todo? Además, como este debe de ser un ejercicio interior, de autoencuestación, lo lógico sería que las respuestas fueran lo más sinceras posible, porque si no, realmente mejor es estarse quieto y seguir “llorando por las esquinas” al respecto de lo “malos” que son todos, y lo “poco que han comprendido los desvelos”. Si esta pregunta no es afirmativa, es mejor no seguir haciéndose más, pero por si alguien se atreve a pasar la “prueba de la verdad” le recomendamos que además responda a las siguientes cuestiones:
- ¿he puesto por delante los intereses de la ciudadanía a los de mi formación política, o a los míos propios?
- ¿he tomado decisiones en base a la justicia y a mis verdaderos principios, sin tener en cuenta ningún tipo de prejuicio ideológico, cultural, racial, etc.?
- ¿he obrado de tal manera que haya podido beneficiarme personalmente o beneficiar a los míos?
- ¿he actuado con contundencia ante la injusticia, el aprovechamiento, o la sinvergonzonería de propios y extraños, o he preferido mirar para otro lado?
En definitiva, ¿he escuchado a la ciudadanía?, o por el contrario ¿he actuado de forma despótica sintiéndome poseedor de la verdad absoluta, y del conocimiento universal?
Probablemente las respuestas a estas cuestiones servirán para explicar en la mayoría de los casos, qué es lo que ha ocurrido y porqué la ciudadanía ahora ha decidido dar su confianza a otros y a otras, a quienes, por cierto, modestamente les aconsejamos que periódicamente se vayan realizando estas preguntas, para de esta manera, no llevarse un “susto mortal”, en mayo de 2019. Recordadlo, porque quién avisa, no es traidor, como dice el sabio refranero español. Ya que al fin y al cabo, como hemos estado comentado esta semana, cada cual recoge lo que siembra, y por supuesto en el caso de los políticos, esta máxima universal no iba a ser diferente.
Suerte para todos, para los que se van y para los que llegan que no lo tienen nada fácil. Y mientras llega el día 13, en muchos municipios de España seguimos haciendo quinielas, porque realmente no tenemos ni la más remota idea de quién va a ser nuestro alcalde o alcaldesa. Por cierto ¿sabéis si las casas de apuestas están trabajando este tema?
por grupo3estudios | May 25, 2015 | El Grial de tu Empresa, Lunes positivos, Política y Políticos
“No podemos reflexionar a fondo sobre nosotros mismos, sin alcanzar por ese camino a los demás. Un hombre no conoce de los demás hombres, sino lo que ha aprendido a conocer de sí mismo y de sus semejanzas y desemejanzas con los diversos tipos humanos” – Victoria Ocampo
Hoy se abre un tiempo nuevo, comenzamos una nueva etapa que debe de estar regida por la capacidad para dialogar, para poner los intereses comunes por encima de los particulares, y para aprender a pensar en nosotros y en lo nuestro, antes de que en lo mío y lo tuyo. Esta afirmación que es una realidad, nos debe de hacer reflexionar. Hoy todos vemos muy claro que los resultados electorales, suponen un toque de atención a la clase política, en particular a los que están y sobre todo a los que han tenido poder. Desde luego que es así, pero ¿y la ciudadanía? ¿Nosotros no tenemos ninguna reflexión que hacer?
Hay una realidad que tal vez no queramos ver, pero que es una verdad absoluta. Los responsables políticos que hemos tenido, al igual que los que han llegado nuevos, para estar en la vida pública a partir de ahora, son el fruto de nuestra decisión. Son el resultado de nuestra acción o en algunos casos, incluso de nuestra inacción. Así que las críticas que les queramos hacer a ellos y ellas, primero nos las tenemos que hacer a nosotros mismos, porque somos quiénes lo hemos querido y lo hemos permitido.
A veces no somos conscientes del poder de un voto, y de lo que realmente puede suponer, o lo que es peor, en ocasiones nos creemos que con ejercer ese derecho, y «meter el sobrecito en la urna» cada cuatro años ya hemos cumplido. Estamos viviendo tiempos compulsos, momentos de cambio, nuevos modelos económicos y sociales, incluso de participación, quieren abrirse paso, y dejar definitivamente atrás al siglo XIX, y la ciudadanía hemos de participar, cada cual desde su “trinchera” en ese nuevo orden que se está gestando. Es más fácil quedarse en la comodidad de mi sofá, de mi casa, de mi oficina, de mi trabajo, y sólo tener una postura proactiva cuando nos emocionamos en el bar, o en el mercado, o en el despacho, y en ese momento queremos arreglar el mundo, aunque al llegar a casa se nos olvide. O lo que aún es más doloroso, no reaccionar hasta que no escarmientas en carnes propias al respecto de lo duro que es luchar con los bancos, con la administración, no poder hacer frente a los pagos, y ver cómo tu mundo se derrumba bajo tus pies. En ese momento nos acordamos de todo lo que no hemos hecho, en ese momento miramos hacia los lados buscando una mano que nos ayude a no caer en el hoyo. A la desesperada tomamos consciencia de la ceguera absoluta en la que vivíamos y de lo cómoda y egoísta que era nuestra posición. Es en ese momento en el que nos acordamos de aquellas otras manos que quisieron agarrarse a nosotros y a las que no hicimos caso porque era más fácil mirar hacia otro lado. A fin de cuentas, si este nuevo tiempo nos está enseñando algo, es que nadie está libre de caer en desgracia. Así que tal vez deberíamos empezar a hacer y no sólo a ver hacer.
Desde la ciudadanía esta es la reflexión que podemos hacer, pero desde el lado de la política y los responsables públicos, modestamente también tendrían que hacer un profundo examen de conciencia, analizando qué han hecho bien y qué mal. Probablemente sea el momento de tener claro que los votantes son ciudadanos, son clientes y no administrados. Que en el siglo XXI no se puede gobernar para la gente, sino que hay que hacerlo con la gente. Y algo absolutamente imprescindible, en política hay que predicar con el ejemplo. No vale decir. Hay que hacer, y sólo después de hacer y de demostrar, entonces se podrá pedir.
Por tanto, se abre un nuevo tiempo, lleno de retos tanto para la ciudadanía como para aquellas personas que quieren dedicarse, ojo, no a la política, sino que al servicio público. Este nuevo orden se debe basar en el principio de la acción, no en el de la «expectación». Ojalá esta crisis y este tsunami económico, social y político, al menos nos haya dejado esa enseñanza.
https://www.youtube.com/watch?v=sqFqMQWOKIs
por grupo3estudios | May 13, 2015 | El Grial de tu Empresa, Política y Políticos
“Si piensas que eres demasiado pequeño como para marcar la diferencia, intenta dormir con un mosquito en la habitación”– Proverbio africano
Nos sentamos con Romu Benítez Rodriguez. Sevillano afincado en Granada, concretamente en el Albaicín. Geógrafo convencido de que existe otra forma más social, más igualitaria, más equitativa, y más respetuosa con el medio ambiente, de hacer las cosas, que despertó el 15M y decidió que era el momento de pasar a la acción, de hacer algo, de cambiar la conciencia. Su planteamiento fue claro: sólo se podía hacer desde dentro. Militante de EQUO, llega a la lista de VAMOS GRANADA (que integra a ciudadanos comprometidos, algunos pertenecientes a partidos y organizaciones, como por ejemplo PODEMOS o EQUO, y otros que simplemente han elegido esta forma de participación, precisamente porque no lo lidera ningún partido), tras superar unas primarias abiertas. Cree plenamente en el proyecto ciudadanista, horizontal, participativo y asambleario que representa EQUO. Desde esta organización se toma la decisión de integrarse en ese proyecto más amplio que es VAMOS GRANADA, y que nace con la intención de convertirse simplemente en un “lobby” que consiga cosas para la ciudadanía.
Tras un proceso totalmente abierto a toda la ciudadanía en el que todo el mundo podía tanto presentarse como candidato, sin necesidad de formar parte de ninguna organización, así como votar, el elegido y pasa a formar parte oficialmente de la lista que encabeza Marta Gutiérrez Blasco. VAMOS GRANADA, es una candidatura que nace desde la ciudadanía. Gente con experiencia profesional variada, pero que nunca han ocupado cargos de responsabilidad pública. Es una opción en la que nadie es “profesional de la política”.
En cuanto a los ejes fundamentales del programa con el que optan a gobernar la ciudad de la Alhambra, Romu, lo primero que quiere es hacer hincapié en que se ha elaborado un programa distinto, que también es el producto de la participación de todos y todas. En primer lugar en lo que a empleo se refiere, una de las grandes lacras de Granada, su propuesta es crearlo pero bajo otro tipo de economía. Una economía no capitalista, que crea empleo sin importarle las consecuencias que pueda tener para las personas y el medio ambiente. Su alternativa es lo que se denomina “economía del bien común”. Desde VAMOS GRANADA, proponen crear otro tipo de empleo, que tal vez suponga calentarse un poquito más la cabeza para conseguirlo, pero que es posible, desde su concepción. Un ejemplo puede ser el campo de las energías renovables, incentivando la creación de pequeñas cooperativas que se dediquen a esta explotación, y relocalizar así la producción de energía. El ayuntamiento sí que puede apoyar eso.
En turismo también se pueden hacer muchas cosas, porque hasta ahora mismo, tal y como funciona el turismo en Granada, el reparto económico se queda en manos de muy pocos. Se podría ofrecer mucho más, ofrecer otra Granada diferente y además de una forma diferente, por ejemplo integrándose con la ciudadanía, e intentar romper con el estigma de turismo de dos días que existe en esta ciudad. Paseos, mostrar otros barrios, cómo vive de verdad Granada, son opciones que se plantean.
También cree necesario que para luchar contra la economía sumergida, por ejemplo, se tomen medidas para que el asfixio de pequeñas y medianas empresas y sobre todo de autónomos y autónomas, sea menor. Aunque pueda sorprender, Romu nos habla de bajar los impuestos, y esto según su percepción, no es que sea una actitud liberal, sino que sencillamente habría que pagar por lo que realmente se produce, así sería más justo.
Romu incide especialmente en una cuestión que desde su concepción es absolutamente básica en política, mucho más en la política municipal, y es la trasparencia y la participación. No puede ser que los ciudadanos vayan al ayuntamiento, él lo ha hecho, para pedir información sobre un gasto público, y no se dé nada de nada, que no se informe de cuánto se ha gastado, cómo y con quién, nada de nada. También considera que los plenos deberían de abrirse más a la ciudadanía, que está amordazada en los plenos y que ni siquiera se sabe qué es de lo que se habla, qué votan los políticos, porque ni tan siquiera se publican las actas, algo que desde su perspectiva es absolutamente ilógico. En este sentido es fundamental para incrementar la participación que además se revitalicen las juntas vecinales, que ahora mismo además están terriblemente politizadas y son prácticamente inoperativas. Hay que dinamizar los barrios, que sea mucha más gente la que participe y además que se despoliticen las asociaciones de vecinos, cuestión fundamental para la regeneración y la participación que desde VAMOS GRANADA, se propone.
Otra propuesta sería crear una marca “Granada Natural”, con la que se premie a los comercios y empresas que no sólo trabajan bajo los principios de la economía del bien común, sino que además lo hacen beneficiando especialmente a Granada, por ejemplo a los productos granadinos, beneficiando por ejemplo a estar empresas con rebajas fiscales. Además desde el ayuntamiento habría que potenciar espacios coworking para que así pequeños emprendedores y emprendedoras puedan realmente iniciar su actividad económica con una ayuda real, revitalizando los servicios municipales que tienen como función ayudar a la formación de trabajadores y a emprendedores y emprendedoras, abriendo la mente a otro tipo de economías, y otra forma de hacer las cosas.
Otro eje de su programa es lo que tiene que ver con el urbanismo, que ha sido una cuestión desde su perspectiva desastrosa. Se ha pasado del modelo de barrio, al modelo de urbanizaciones. El ayuntamiento no ha trabajado en rehabilitar y repoblar los barrios. Su propuesta es volver al modelo de ciudad mediterránea, llenando los barrios de gente, de vida, y además de gente que quiera cooperar, y crear comunidad. Desde el consistorio se puede trabajar en este sentido.
De la misma manera, considera que hay que recuperar la Vega granadina, dándole su valor como terreno productivo agroecológico, y dejar de estresarla con el crecimiento urbanístico descontrolado. Granada es una ciudad con mucha suerte, ya que cuenta con tierra productiva pegada a la ciudad, lo que supone que “se puede comer de la vega”, y ya no se debe de volver a ocupar nada de estos terrenos. La vega no se debe ocupar y tampoco se debe producir en ella de forma tradicional, intensiva y con uso de pesticidas y similares. Romu predica con el ejemplo y es miembro de una asociación que tiene un gallinero comunitario en la vega. Es partidario de que se puede producir de otra manera en estos terrenos, frutas, verduras, etc., que sean ecológicas y además para Granada, lo que supone el plus de un nuevo nicho de empleo, dignificando la profesión de “agricultor” ya que es un profesional, como otro cualquiera, como ocurre en otros países, como por ejemplo en el Reino Unido.
Este geógrafo, copropietario de un negocio de venta de productos ecológicos, resume todo lo que supone VAMOS GRANADA, en tres palabras que para él son: participación y trasparencia (entendida como un binomio que debe ir unido); empoderamiento ciudadano; y horizontalidad y cooperación ciudadana, como antagónicos a la competitividad.
Para VAMOS GRANADA, la horizontalidad debe estar por encima del liderazgo, y es la mejor herramienta para luchar contra los egos, que en política pueden ser tan negativos.
Finalmente, en cuanto a los posibles pactos post electorales, aunque todavía no han tratado mucho esta cuestión, el planteamiento general es trabajar sobre la base de un programa. No se han planteado aún si entrarían o no a formar parte de un gobierno de coalición o si por el contrario apoyarían medidas que encajaran dentro de sus planteamientos. Ahora mismo tienen mucho trabajo y no se han parado aún a debatir sobre qué es lo que puede pasar a partir del 24 de mayo.
Tras más de una hora de charla amigable y tranquila, se pueden compartir más o menos los planteamientos de los que hemos estado hablando, pero lo que sí es cierto es que Romu demuestra una coherencia entre lo que dice, cómo lo dice, y su forma de ver y entender la política, la economía, y la vida, en general.