¿Quién ganará las elecciones en Andalucía?

¿Quién ganará las elecciones en Andalucía?

La democracia es la participación popular, con responsabilidad (Rubén Blades)

Es cierto lo que dicen, hay un gran nivel de desafección hacia la política. Es absolutamente verdad, que la ciudadanía está muy cansada de los y de las políticas, pero también es cierto que en los últimos tiempos ha renacido una esperanza, una emoción, un interés que en los veinte años que llevamos haciendo análisis políticos casi habíamos dejado de ver, sobre todo, en lo que llevamos de siglo XXI. Como decíamos la pasada semana, la irrupción de las nuevas marcas, que representan a nuevos formatos; la entrada en escena de savia joven, diferente, fresca, ha hecho, que de alguna manera renazca ese interés por lo político y por la política. De hecho éste es nuevo, casi podríamos decir, que para una generación al completo de veinteañeros, que se encontraba aislada emocionalmente de partidos y políticos, porque sentía que tenía muy poco o nada que ver con su discurso, con su puesta en escena, con su realidad.

Por otro lado, este momento también supone un punto de emoción extra, para todas aquellas personas que son menores de cincuenta años, ya que éstas no votaron por la constitución, ni por el referéndum de autonomía, ni formaron parte de aquel primer cambio ilusionante del 82. Ahora todas estas personas, también sienten que son importantes, que su voto va a ser trascendental y que están formando parte de una historia viva, que tendrá que ser estudiada, como fenómeno politológico, igual que hoy hacemos con la transición, por ejemplo.

Incluso, podemos decir, con pleno conocimiento de causa que el nivel de interés por todo lo que suene a político ha crecido, ya que en los procesos de encuestación propios que hemos realizado ante las próximas elecciones que se avecinan, tanto para las andaluzas, como para las municipales, el índice de no respuesta es menor que el de otros años, y el nivel de rechazo ante la posibilidad de responder, también. Para que lo tengamos claro, cada vez son menos, los que NO SABEN o NO CONTESTAN.

La expectación está alta. Todo el mundo habla, pero realmente nadie sabe. Todos queremos ya ver qué es lo que realmente vamos a decidir como pueblo tanto a nivel municipal, como de las diferentes autonomías, como a nivel estatal. Estamos ávidos de información y el próximo domingo, vamos a poder empezar a contrastar con la realidad, todas las apuestas que se hacen desde las encuestas.

La primera gran prueba de todo esto que estamos comentando va a ser Andalucía. Andalucía que además recordemos que es la Comunidad Autónoma con mayor número de población, con peores cifras económicas, y en la que desde 1981 lleva gobernando el mismo partido político, unas veces en mayoría y otras en coalición, pero siempre bajo las mismas siglas. Como campo experimental de batalla no va a estar nada mal, y es que será la primera ocasión que tengan todos, los de antes y los de ahora, de enfrentarse para conseguir aquello que se denomina “poder real”. El proceso de las europeas se considera lejano para el elector, así que esta será la primera gran prueba a la que tendrán que enfrentarse, las nuevas marcas y las marcas tradicionales.

¿Qué va a pasar? Bueno, no es cuestión de sacar la bola de cristal, y por supuesto dedicándonos a lo que nos dedicamos, pues hemos de recurrir a las encuestas y a cuáles son las previsiones que hacen. Al respecto nos ha parecido más que interesante para ilustrar este post, la propuesta que hace Political Markets, que se centra en hacer un análisis de los resultados que prevén las encuestas, valorando los últimos sondeos que se han ido realizando. Con estos datos, tal y como se puede ver en la imagen que acompaña a este artículo, las últimas previsiones llevan a no poner en duda la victoria del PSOE, que ha ido recuperando puntos en la intención de voto. La segunda fuerza política en Andalucía parece que volverá una legislatura después a ser el Partido Popular (partido que recordemos ganó las últimas elecciones, aunque no con una mayoría suficiente como para poder gobernar), formación política que además parece ser la que ha experimentado un desplome mayor, si la comparamos tanto con los últimos sondeos, como con los últimos comicios autonómicos.

El fenómeno PODEMOS, parece que en Andalucía irrumpe con fuerza, pero no tanta como en otras comunidades autónomas, como por ejemplo Madrid. Y por lo que nos muestran las estimaciones de Political Markets, el otro gran triunfador de estas elecciones parece que va a ser Ciudadanos, que se perfila como el partido que mayor incremento en intención de voto ha tenido, al analizar los últimos sondeos electorales.

Fuera como fuese, el domingo podremos vivir de primera mano este apasionante momento. Y podremos ver hasta qué punto los pronósticos estadísticos van encaminados o no. Sólo nos cabe decirles a los andaluces y andaluzas que tienen una responsabilidad ante sí, y que el día 22, a partir de las ocho de la tarde, estaremos muy atentos, pese al Real Madrid – FC Barcelona, para ver y analizar cuál es la decisión que ha tomado Andalucía, y quien quiere que sea quien decida sus destino durante los cuatro próximos años.

De política va el juego

De política va el juego

siglas partidos políticos

(Se tú mismo. Los demás puestos ya están ocupados – Óscar Wilde)

Marca Personal versus marca de Partido

Si antes teníamos algún tipo de duda, ya es oficial, estamos de campaña electoral y lo estaremos desde ahora hasta el final de año. Estamos ante diversos procesos electorales, con resultados, pese a lo que nos dicen las encuestas, aún inciertos. Se abre una nueva y apasionante etapa en el panorama político-electoral de nuestro país y por primera vez prácticamente desde que naciera nuestra incipiente democracia, el cambio pude ser real, los parámetros diferentes, lo que hace que los resultados sean, en gran medida, una incógnita. Una aclaración, cuando mencionamos el cambio, para nada hablamos de cambio en el partido que pueda ganar las elecciones. No, ahora hablamos de un cambio más profundo. Hablamos de un cambio de sistema. Hablamos de un cambio de actuación. Hablamos de una nueva forma de hacer y de ser tanto para políticos, como para ciudadanos. En resumen, hablamos de un momento apasionante, que vamos, mejor dicho que estamos viviendo, y que eso hace que tal vez pueda estar pasando un poco desapercibido para nosotros, ya que formamos parte de este nuevo universo político-económico-social que está dibujándose en España y que tiene muchas interesantes aristas sobre las que trabajar, o en las que centrarse.

Hoy vamos a ir de la mano del marketing político y vamos a reflexionar sobre algo realmente emocionante, y es acerca de lo que puede tener más peso en estas elecciones: la marca personal o la marca de partido.

Cuando hablamos de marca de partido, evidentemente nos estamos refiriendo a las siglas, a las todopoderosas siglas, que tradicionalmente en los feudos de los diferentes partidos, han hecho que la cabeza de lista, o incluso la candidatura en general no fueran importantes. El ir bajo un determinado paraguas –PSOE, PP, IU, CIU, PNV…- era más que suficiente para garantizar el éxito. El nivel de adhesión y fidelidad a la marca de los clientes (votantes) era tan elevado, con una adhesión emocional tan alta, que hacía que el individuo no tuviera peso en la elección. El individuo se diluía bajo esas grandes siglas (marca) que son las que de verdad contaban.

Pero la pregunta que desde aquí lanzamos es ¿eso ha cambiado? La irrupción de nuevas marcas, como por ejemplo PODEMOS, o el crecimiento (según las encuestas) de otras como CIUDADANOS, sin una vinculación ideológica tradicional, ¿cambia el panorama? ¿cambia el tipo de consumo? ¿cambia al consumidor votante?

Las marcas históricas se han sustentado sobre componentes tradicionales, como son el rango ideológico, el aspecto emocional asociado al pasado vivido, y a hacer ver que el planteamiento de derecha-izquierda era el que prevalecía, con la asociación histórica de valores que se hacían a uno y otro posicionamiento. Pero las nuevas marcas han traído nuevos componentes, que han sabido asociar a los nuevos tipos de consumo y a los nuevos tipos de consumidores-votantes. El contar con Internet, elemento que democratiza cualquier cuestión al equiparar a todos, el desvincularse del eje ideológico tradicional, y el bajarse del pedestal de las siglas, han hecho que el mercado ahora cambie, que la oferta y la demanda evolucionen. Y por otro lado, ha abierto un importante debate entre a qué hay que dar peso, ¿a la marca personal, es decir, personalizar la campaña electoral en el líder, intentando aislarla de la marca política, para evitar así las connotaciones negativas que pueda tener? O, por el contrario, ¿a la marca política que nace nueva, que sale al mercado electoral, impoluta y con una imagen asociada a los valores de los tiempos que nos está tocando vivir?

El primer proceso electoral, o lo que es lo mismo el primer mercado prueba, va a ser Andalucía, las marcas ya están disputando su cuota, y vamos a ir viendo cómo se produce la evolución. Semana a semana vamos a ir desgranando todo el proceso que están experimentado.

Ahora sólo nos gustaría que se reflexionara, sobre qué es para cada uno de nosotros lo más importante, ¿la marca personal o la marca política?, o lo que es lo mismo ¿el candidato o candidata o el partido al que representa?