Y comieron perdices

«No era más que un zorro semejante a otros cien mil. Pero yo lo hice mi amigo y ahora es único en el mundo» – El Principito

Los cuentos terminan con el y fueron felices y comieron perdices… de alguna manera desde la infancia eso es lo que hemos buscado, pero para qué nos vamos a engañar, conforme hemos ido cumpliendo años, hemos ido tomando conciencia de la dificultad de conseguirlo. De esa manera también hemos aprendido el valor incalculable que tiene conseguirlo, porque aunque parezca imposible, a veces, hay quien lo encuentra.

Pero hoy queremos tener un recuerdo para algo más fácil de conseguir y que también puede llevar a ese final feliz. Facebook lleva toda la semana recordándonoslo, celebrando la amistad, con ese muñequito bailongo hecho del rostro de nuestros followers. Y aunque menos conocida la fecha, que la de San Valentín, y por mucho que «caralibro» se empeñe en situarla en febrero, lo cierto es que desde 2011, año en el que la Asamblea General de Naciones Unidas, decidió, incluso mediante una resolución, para darle toda la oficialidad posible, que la amistad debía de tener su día internacional de reconocimiento, este es el 30 de julio. Está bien, falta mucho, pero cualquier día es buen momento para ensalzarla.

Hoy queremos recordar a esas personas que están a nuestro lado cuando deben de estar.Es muy fácil que nos acompañen cuando todo son nubes de color de rosa. Cuando lo que de nuestras bocas salen son sonrisas y cuando las lágrimas vienen de la felicidad. Ahí, para los días de vino y rosas, todos se apuntan. Todos sacan pecho por ti, y alardean de conocerte… qué fácil… tu amistad es moneda de cambio, y estar cerca de ti, les lleva a acercarse a otros… momentos de risas, de alaracas, de ensalzar la gran amistad que os une… son momentos en los que la palabra amigo, amiga, se utiliza con tanta ligereza que se devalúa hasta mínimos que harían temblar Wall Street… a veces te dejas llevar por la situación, porque todos queremos amigos, igual que todos queremos amor verdadero. Y entonces cierras los ojos, te dejas llevar, y sigues la ola…

Pero esta realidad de caramelo extremadamente dulce y que se convierte en pegajoso, porque no hay manera de tragarlo, obvio que termina atragantándonos… igual ocurre con estas falsas amistades.

El verdadero amigo es el más silencioso. Muchas veces pasa desapercibido. No nos acompaña casi nunca cuando toca celebrar, pero siempre está cuando el dolor, o la pena, o el desasosiego, o la simple necesidad es nuestro estado real. La amistad es uno de los más preciosos tesoros, pero a veces nos cuesta verla, porque no se da golpes en el pecho, porque tal vez la palabra amigo, o me importas, no sale de su boca, pero está ahí cuando tiene que estar. Te dedica su tiempo. Te dice la palabra que necesitas, aunque a veces sea una bronca, una recriminación… la condescendencia no ayuda, la verdad, aunque duela, sí y eso sólo lo hace el amigo verdadero, la amiga de verdad.

Así que en esta antesala de celebración del amor romántico, queremos celebrar la amistad. Queremos acordarnos de quienes han estado en los momentos duros (que han sido, y siguen siendo muchos), de las personas que nos han prestado su tiempo, que nos han escuchado, apoyado, animado.

A veces, cuando las fuerzas te flaquean, cuando crees que no vas a ser capaz, el aliento de ese amigo, su confianza, es la que te lleva a esforzarte un poco más, a seguir adelante, a no rendirte. También es quien cuando te caes, te tiende la mano, te ayuda a levantarte y te da incluso el impulso que necesitas para seguir con más ganas. Eso es lo que cuenta de verdad… no los likes que den a tus publicaciones, no las veces que escriban o digan la palabra amigo, o las fiestas a las que te inviten… lo que importa hoy y siempre, serán sólo las obras, los hechos… lo demás no cuenta. 

Por todo eso, gracias a quienes están y hacen… gracias a esos amigos, y esperamos  saber hacer lo mismo, y de la misma manera… Realmente como dice el refrán «quien tiene un amigo, tiene un tesoro», así que cuidemos a los de verdad y huyamos de los faranduleros