El naranja está de moda.
La democracia es el único sistema capaz de reflejar la premisa humanista de equilibrio o balance. La clave de su secreto es la participación de los ciudadanos. – John Ralston Saul
Sea como fuere, y tras los resultados de las elecciones andaluzas, si hay un color que está de moda en este país, es sin lugar a dudas el naranja. El partido de Albert Rivera, Ciudadanos, se está convirtiendo en un ciclón que tras “el sorpresón” andaluz, arrasa en las encuestas que se están haciendo en todas las comunidades autónomas. Entendamos el término “arrasa”. En ningún sitio se la da como la primera fuerza política. El rojo y el azul, siguen siendo los colores que se imponen en las diferentes demoscopias, e incluso el morado, en muchos sitios sigue siendo el claro tercero en discordia, pero lo que es innegable es la fuerza huracanada del naranja. Ciudadanos es en este momento considerado por los expertos, el único partido político que está experimentando un crecimiento tanto en lo que se refiere a intención de voto, como a militantes. Además a esto se añade que su líder, es ahora mismo el mejor valorado. De hecho este barcelonés de ascendencia materna malagueña, es el único que crece en valoración y llegando casi al aprobado, con una puntuación de 4,96. Estaremos de acuerdo en que la mayoría de los profes, dirían que eso es superar el examen. Rivera está con un punto más que el siguiente mejor valorado que es Pedro Sánchez, actualmente con 3,92, y bajando mes a mes. De hecho el único que ha subido, según los últimos datos ha sido el cabeza de Ciudadanos.
Estos son los datos objetivos, pero ¿dónde está el secreto de los “naranjitos”? Ciudadanos ha conseguido llegar a la ciudadanía, con el mensaje de que son el “Cambio Sensato”, como reza en su eslogan. La formación Podemos, ha sigo el buque insignia que ha roto los esquemas políticos de una sociedad que aún piensa en su gran mayoría en clave de transición, y que se siente acomplejada, ante la idea de “admitir” nuevos actores en el juego de la política. Pero Podemos, tiene una imagen que para una sociedad que aún no se siente madura políticamente hablando en muchos aspectos, es demasiado radical. Además el desembarco de muchos dirigentes y militantes de fuerzas de izquierda, extrema izquierda, movimientos asamblearios, etc., ha hecho que algunos de los que de entrada sentían cierta simpatía ante este nuevo aire fresco, haciendo política con las armas del Siglo XXI, como Redes Sociales, etc., hayan querido buscar por otros lares, y ahí es dónde ha aparecido la imagen prudente, sensata, centrada y alejada de todo tipo de estridencias, del “chico bueno”, y de sus seguidores.
Rivera representa a una generación que ni hizo, ni sufrió la transición. Aparece como un hombre nuevo que no está contaminado de lo rancio que tiene el rojo y el azul. Y además el color que eligió para su formación política también es una cuestión muy importante y a tener en cuenta. El naranja es un color que se asocia al Éxito, a la Creatividad, a la Alegría, a la Vitalidad. Desde el punto de vista del marketing, la elección de esta cromatía es fundamental. Sin entrar en análisis profundos, pero teniendo muy cerca el punto de vista del neuromarketing, en la elección de un partido político, al igual que en la de un producto, un detergente, por ejemplo, no sólo interviene la parte racional, de hecho muchas veces es la que tiene menos peso en la toma de la decisión. La parte emocional tiene mucho que decir, y ahí el color naranja aporta, además, a esta formación política otro plus. Este color trasmite energía combinada con diversión, y además es el color de las personas que asumen riesgos y que son extrovertidas y desinhibidas. Significa aventura, optimismo, confianza en nosotros mismos, sociabilidad y salud, sugiriendo además, placer, alegría, paciencia, generosidad y ambición. Es un color que por otro lado conecta tanto con hombres como con mujeres. Así que como decíamos, asociar estos valores de forma espontánea y natural en nuestra mente, a la imagen de un político joven, que llega sin mochila, que además es atractivo y que se muestra sensato en su discurso, es sin lugar a dudas, un componente fundamental en la marca Ciudadanos, de la que seguramente, vamos a seguir hablando mucho.