Nadie me lo asegura, pero apuesto todo, por llegar.

Nadie me lo asegura, pero apuesto todo, por llegar.

Nadie te puede derrotar sino te das por vencido, Tú eres más grande que todos los obstáculos que pueden surgir en tu camino – anónimo

Hoy nos vais a permitir que el azucarillo tenga cierto regusto futbolero, y es que teniendo en cuenta que hoy ha debutado “La Roja», vigente bicampeona europea, queremos hacer una reflexión sobre lo que podemos y lo que no, sobre nuestros límites, sobre lo que somos capaces de hacer y lo que no nos atrevemos, a veces, ni tan siquiera a intentar.

Muchos de nosotros y nosotras tenemos edad para recordar a una España perdedora, no triunfadora, en prácticamente ningún deporte. Recordamos cómo en nuestra niñez, siendo muchas veces presa de la ilusión generada por los cómics, por las películas, por los dibus… esperábamos que nuestra armada, que nuestros atletas, que aquellas personas que se vestían y con nuestros colores, que representaban a nuestro país, y que se ponían la mano en el pecho cuando sonaba un himno, incomprensiblemente con una letra algos así como “chan, chan, chaaaaaannnnn channnnn” se trasnformaran en esos súper héroes que nos dieran alegrías, medallas, copas, victorias… lamentablemente no era así… éramos un país de perdedores y perdedoras.

Entonces no lo entendíamos, porque pensaábamos que en el deporte había seres extraordinarios, con súper poderes, capaces de hacer cosas humanamente imposibles. Después empezamos a ser conscientes de que no, no es así, ni mucho menos. En el mundo del deporte, como en el de cualquier otra disciplina, trabajo, o incluso hasta en el propio terreno más íntimo y personal, las cosas no pasan porque sí, no suceden de forma divina, nadie tiene una varita mágica que te haga ser especial. Tras cualquier logro, tras las medallas, las copas de Europa, los mundiales, los todo, sólo hay una cosa: trabajo, trabajo, trabajo y después más trabajo. Hay infinidad de horas de sacrificio, de poco descanso, de dolor. Hay mucha disciplina, mucha constancia, mucho hacer mientras el resto del mundo disfruta. Mucho caerse y levantarse. Mucho sufrimiento, y mucha superación. Creer en lo que se desea, y sobre todo quererlo de verdad y buscarlo.

No sirven las palabras, no sirven los deseos, no sirven las buenas intenciones… suman, claro está, pero no sirven. Sólo hay una cosaque pueda garantizar el que tengamos posibilidad de alcanzar el éxito, porque ojo, el cheque en blanco no existe, todo ese trabajo, esfuerzo, sufrimiento, disciplina, dolor, todo, todo, todo eso, no garantizan nada. Nadie puede decir y desde aquí tampoco lo vamos a hacer, quesi te dejas la piel luchando por lo que crees, peleando por alcanzar tu sueño, por llegar a tu meta, por conseguir tus objetivos, lo vas a conseguir. Eso no lo sabe nadie. La fórmula del éxito infalible, del logro absolutamente cierto, al igual que la de la eterna juventud, no existe.

Lo que sí podemos decir, y hasta gritar es que si no haces todas estas cosas, si no lo peleas con todas tus fuerzas, si no te dejas el alma, la piel y todo lo que tienes en intentarlo, entonces está claro que no lo vas a conseguir. No sabemos lo que al final hace que lleguemos o no, pero sí tenemos muy claro lo que NO lo hace. Si dejo de creer, si me canso, si no sigo, si cualquier excusa es buena para postergar, para posponer, entonces, está claro que cada momento restará y que todo lo que haya hecho hasta ese instante dejará de tener valor… porque sencilla y llanamente, me estaré rindiendo.

Siguiendo con el símil deportivo, en España hasta que no se tomó en serio el tema del Deporte y se empezó a desarrollar un programa que muchos y muchas recordaréis “Objetivo 92” con la intención de potenciar el deporte base, no empezaron a lograrse auténticas hazañas deportivas.

Hoy desde la perspectiva de haber conseguido en los últimos ocho años, dos Campeonatos de Europa de Selecciones y un Mundial de Fútbol… aquel país que era eliminado en primera ronda, por no hablar de los enormes éxitos en otras disciplinas deportivas, ya que estamos en modo “on fútbol”, tenemos que rendirnos a la evidencia de que el trabajo da sus frutos.

No queremos engañar a nadie, no queremos decir que es fácil. No lo es. Es muy duro. Hay muchas veces que quieres tirar la toalla, que te cansas de levantarte, de siempre ir cuesta arriba, de tener que ir tirando de lastres que pesan el doble que nuestros cuerpos… pero repetimos lo que hemos dicho cientos de veces… sólo con el esfuerzo, con el deseo real, con la total convicción y con la absoluta constancia, si no llegamos, al menos sabremos que lo dimos todo.

Granada CF de primera, ó 30 millones de euros para la economía granadina

Granada CF de primera, ó 30 millones de euros para la economía granadina

En estos días en los que en unas ciudades, concretamente esta semana han sido dos, A Coruña y Granada, se vive una exultante felicidad por mantener a sus equipos en Primera División, compitiendo nada más y nada menos que en la liga de las estrellas, en otras como Gijón, Getafe, o el madrileño y castizo Barrio de Vallecas, viven con angustia los días previos al 15 de mayo, día de San Isidro Labrador, cuando dos de estas tres localidades verán cómo dejan de pertenecer a es exclusivo club “De los 20 fantásticos”. El drama se cierne sobre dos de estos tres clubes, lo que hace que en muchas “casa” se esté viviendo con angustia, y evidentemente no sólo es porque dejarán de ver a los Messi, Ronaldo, Neymar y compañía de cerca, sino porque los descensos de los equipos de fútbol, pueden provocar auténticos dramas en la economía de “los pequeños”.

Es cierto, que el fútbol, podríamos denominarlo “el nuevo opio del pueblo”, y la verdad es que sí, pero no tenemos porqué interpretarlo como algo exclusivamente negativo. En los años más duros de la crisis, ese momento de salida del campo tras una victoria, dónde veías a la gente con una sonrisa en la cara, tal vez la única de la semana, también es importante. El fútbol tiene un elemento de cohesión social importante, y esa es una de sus grandezas. Es un elemento que sobre todo bien gestionado, se convierte en un pilar de organización social y estructuración de grupos importante. Además, por supuesto, es un espectáculo, eso no lo podemos negar… pero estamos en un blog de empresa, y esta no es la parte del fútbol de la que nos queremos ocupar hoy.

Hoy queremos reflexionar acerca de la importancia económica que tiene para una ciudad pequeña, del tipo de las que hemos estado hablando, Granada, A Coruña, Gijón… el contar con un motor económico capaz de generar plusvalías más que interesantes para unas economías bastante modestas.

Hace un par de años, desde GRUPO3analizábamos utilizando como base varios estudios y datos, tanto de las cámaras de comercio, como de la propia Liga de Fútbol Profesional, el impacto económico que tiene concretamente para Granada el tener a su equipo de fútbol en la Liga de las Estrellas. De la información recabada, se desprendía que el aporte directo del Granada CF a la ciudad y a los municipios más próximos, oscila entre los 6 y los 8 millones de Euros, mientras que de forma indirecta, por el aporte que supone desde el comercio, la hostelería, el turismo, y diferentes servicios de muy diferente naturaleza, habría que sumar otros 22-24 millones de euros. Es decir, el tener o no tener un equipo en primera división significa que la economía local se vería mermada en aproximadamente 30 millones de euros. Para una provincia como Granada, lamentablemente a la cola de Europa por cifras de PIB y por niveles de desempleo, el contar con este aporte o no, es vital.

Al margen de esta valoración económica directa que se hace, hay otra importantísima que no podemos valorar exhaustivamente, y si lo hiciéramos los ojos nos saldrían de las órbitas, porque el nivel de notoriedad que alcanza la marca Granada, es de dimensiones estratosféricas. Un partido como el de este fin de semana, que sirve para decidir quién gana la liga, haciendo al Granada protagonista absoluto de esta batalla por el título, ya que es el único que podría “quitársela” al FC Barcelona, hace que se esté hablando de la ciudad de la Alhambra en todos los países del mundo; que el partido del próximo sábado a las 17:00 horas se vaya a ver en directo en más de 100 países y que se ronde la cifra de 1000 millones de personas que lo verán. ¿Qué institución podría pagar esa publicidad? Está claro que nadie, ni particular, ni empresa, ni administración podría asumir esta factura, que además se asocia a noticia y a interés, por lo que su valor es mucho mayor que el de una mera campaña publicitaria.

Dicho todo esto, queda claro que el fútbol no es cosa de frikis, aunque pueda haber mucho frikismo. El fútbol es negocio, pero no sólo para los dirigentes de los clubes o los futbolistas, el fútbol es generador de riqueza para las ciudades y para sus empresas, lo que lo convierte en un auténtico motor económico, sobre todo en ciertas economías, muy castigadas por la crisis, en las que el sector servicios es el que sustenta a la población, y en las que la inserción laboral es más que complicada.

Por todo ello, además de por los colores, claro está, los granadinos y granadinas, nos debemos de alegrar de que el Granada CF se mantenga en Primera División, y aquellas personas que murmuran en momentos, o incluso lo gritan en otros, eso de “Ojalá descienda”, que sean conscientes de lo que desean, no vaya que su deseo se convierta en realidad y después venga el lamento y el crujir de dientes.

Pase lo que pase, le pese a quien le pese, y mande quien mande… el Granada estará en Primera División una temporada más, y la economía granadina, también una temporada más podrá seguir beneficiándose de ello.

http://youtu.be/h2RX_zlsZis