por grupo3estudios | Jul 10, 2017 | El Grial de tu Empresa, Lunes positivos
“El tiempo es un juez tan sabio, que no sentencia de inmediato, pero al final le da la razón a quien la tiene” – Anónimo
La maldad existe, aunque nos resistamos a creerlo, es así. Unas veces se recubre de egoísmo, otras de mentira, otras de rencor, y muchas lamentablemente de envidia, una envidia a la que le da soporte la mentira, la calumnia, la difamación. Esto lamentablemente es una realidad, con la que nos toca convivir.
Cuando somos víctimas de este tipo de “quereres” a veces son pocas las opciones que tenemos. Puedes elegir la rendición, puedes elegir la pelea. Ninguna de las dos es fácil, aunque lo pueda parecer. Rendirse es doloroso, aunque lo cierto es que a veces cuando la lucha es muy desigual, no queda otra, porque al final, como seres humanos que somos, necesitamos que nuestro espíritu tenga cierta paz. Además ir a la guerra en extrema soledad, no es fácil, por lo que en ocasiones, pese a saberse víctima de un complot, o de una maldad, no queda otro remedio que rendirse por falta de fuerzas, o por falta de seguridad, por falta de apoyo, o también, es cierto, por falta de valentía… no juzgamos, quien opta por esta solución, por supuesto tiene sus motivos.
Ahora bien, hay veces, en las que te aferras a ese dicho según el cual “la verdad os hará libres”. Te aprietas los machos y tiras hacia adelante sabiendo que tienes la razón, y que las acciones realizadas te amparan. Cuando la honradez, la humildad y la intención de hacer las cosas bien hechas, son las que te dan la fuerza para seguir adelante, no ves los inconvenientes, si no que te guía la creencia que muchos y muchas seguimos teniendo, en que la justicia existe, y en que cuando haces las cosas con el alma y sin buscar otra cosa que un bien mayor, de una manera u otra, ese yin y yan que le da equilibrio al cosmos, de alguna manera tiene que devolverte ese bien que siembras.
Es cierto que esta postura puede parecer muy infantil para mucha gente, pero no es menos cierto que aquellos que nos negamos a que se nos retuerzan los dientes, seguimos aferrándonos a esa idea, tal vez ilusa, de que la verdad tiene un único camino, y que tarde o temprano, tiene que brillar, para que así al final la humanidad siga teniendo esperanzas.
Hoy queremos desde esta dulce ventana gritar que sí, que tenemos razón y que a veces, aunque pueda tardar, aunque pueda costar y aunque te haya dolido y te haya hecho daño, la verdad triunfa, y la justicia se encarga de poner las bases para que al final, cada cual quede en su lugar, y se vea retratado como lo que realmente es.
Hoy, repetimos, nos alegramos de pertenecer al grupo de los ilusos que trabaja para construir, y no para derrumbar, del grupo de los que creen que tarde o temprano las cosas bien hechas se demuestran, porque firmemente estamos convencidos de que como decía Santa Teresa, “obras son amores y no buenas razones”. Recordad, sobre todo quienes pensáis que hacer daño es gratuito que al final, quien realmente hablan son los actos, y no las palabras, porque al final, los hechos son los que cuentan y no las intenciones.
Por ello, permitid que recordemos a quienes se vanaglorian de estar por encima del bien y del mal, a los que piensan que lo que cuenta es el poder, el status, o la cartera… que afortunadamente aún en el mundo se puede confiar en que la “verdad nos hace libres”. Por ello hoy abrimos esta ventana para celebrar, para celebrar que el mundo sigue siendo ese lugar en el que la esperanza aún vive.
No dejéis de creer, no dejéis de luchar, aunque a veces, ciertamente no sea fácil…
https://www.youtube.com/watch?v=FqLCjCu7EPE
por grupo3estudios | Sep 26, 2016 | El Grial de tu Empresa, Lunes positivos
«El problema es que pensamos demasiado en lo que pasó y en lo que pasará, cuando lo importante es lo que está pasando» – Anónimo
No es la primera vez que hablamos del aquí y del ahora, de aprender a vivir el momento y ser plenamente conscientes de que no existe nada más y que además, no se va a volver a repetir.
El ser humano juega con la memoria, o mejor dicho jugamos con la memoria y con el increíble poder de la rememoración. Tenemos la capacidad de traer al momento actual las mismas emociones que vivimos en un pasado, ya sean buenas o malas, ya nos hagan sentir felices o tristes, o fuertes o melancólicos, o grandes o insignificantes. Pasamos tanto tiempo rememorando lo que fuimos, lo que tuvimos, lo que quisimos, o lo que sentimos, que olvidamos que lo que de verdad tenemos es el aquí y el ahora. Muchas veces aferrarnos a estas emociones nos lleva a que el miedo se haga fuerte en nosotros. El miedo al fracaso, al dolor, al error… y entonces cuando el miedo es el que asume el control, provoca una huida, y de esta manera no nos centramos en vivir el momento, en disfrutarlo, en saber ser y estar, aquí y ahora. Nos refugiamos en lo que fue o nos esperanzamos en lo que puede ser, todo con tal de no afrontar lo que es.
Algunas veces pensamos que porqué no se incluye una asignatura transversal en la educación obligatoria, en la que se nos enseñe a saber estar en el momento. Aprender a disfrutar de estar en el aquí y en el ahora. Saber ser en el momento justo en el que se vive. Sin perderse en el ayer, o sin ensoñar en el después, en el mañana, en el futuro.
No somos conscientes de lo mucho que nos perdemos. Hay incluso quien sin darse cuenta, pierde la vida entre el ayer y el mañana, sin ser consciente de que su existencia está carente del ahora. Tenemos la jodida costumbre de estar ausentes de nuestro presente, incluso por cosas pequeñas, pero que nos alejan de nuestro aquí. Cuántas veces estamos con amigos pensando en lo que vamos a hacer después, y cuando estamos en ese después, nos dedicamos a pensar en nuestros amigos y estar con ellos… nos perdemos, perdemos constantemente la posibilidad de tomar conciencia y de dedicar el cien por cien de nuestra energía y de nuestro yo a vivir y disfrutar del aquí y del ahora.
Y lo contamos en primera persona, porque por supuesto que también nos pasa. Estamos demasiado socializados en no saber estar en el momento, tanto que aún siendo conscientes de que hay que hacerlo, lo cierto es que cuesta horrores ser capaz de soltar el lastre del chip instalado en nuestro mismísimo cerebro. Pero en las ocasiones en las que se es capaz de hacerlo, de centrar toda nuestra energía en el momento y además, disfrutarlo y ser consciente de que no quieres estar en otro lugar, ni en otro momento, ni en otra compañía, es una experiencia tan potente que llega a asustarnos. Evidentemente la falta de costumbre no juega a nuestro favor.
Vivamos por tanto, el aquí y el ahora, sintiéndolo en todo su esplendor, en toda su plenitud. ¡Vamos!
https://www.youtube.com/watch?v=bDBVD9KPHHU
por grupo3estudios | May 16, 2016 | El Grial de tu Empresa, Lunes positivos
“Si te caes, es para levantarte; si te levantas, es para seguir; si sigues, es para llegar a dónde quieres ir; y si llegas es para saber que lo mejor está por venir” – Anónimo
La verdad es que cuando las cosas se ponen feas, muchas veces es muy difícil ser positivos, y seguir hacia adelante, pero es necesario hacerlo. Desde que comenzamos con nuestros azucarillos hemos pasado muchos momentos de aquello de “pintaban bastos”. Os podemos asegurar que más de los que podrían parecer, pero pese a todo, hemos sido capaces. El “si te caes, te levantas” es ya un clásico de nuestra casa y por supuesto, de esta sección.
Abogamos por pelear hasta el final, por no cejar en el empeño, por no darnos por vencidos, pero pese a todo nuestro esfuerzo, a que no dejemos de luchar, y de pelear, hay ocasiones en las que no depende de nosotros y no podemos llegar a dónde queríamos o no somos capaces de alcanzar aquello que queremos, e incluso merecemos. Es muy duro, por supuesto, y duele más, pero al menos, y siempre lo hemos dicho, nos tiene que quedar el habernos dejado el alma en el intento. Eso sí que es lo más importante.
Hoy abrimos esta ventana hablando de que a veces, darlo todo, no es suficiente. Es importante reconocer que después es más difícil seguir, mucho más, pero pese a todo, hay que hacerlo. Ha habido momentos de dolor de alma, de querer mandarlo todo a paseo, de tener la sensación de que el aire nos faltaba y que lo que realmente te pedía el cuerpo era dejarte llevar, pero afortunadamente, no lo hemos hecho. ¿Por qué? Porque es importante encontrar esa razón por la que seguir. Eso que te haga recomponerte a cada golpe. Que te haga levantarte sacudirte y seguir. No es fácil, de verdad, para nada… pero hay que hacerlo, hay que seguir, seguir y seguir, hacer, hacer y hacer.
No siempre las promesas se cumplen, no siempre lo que esperas sucede, no siempre las palabras dadas tienen el valor que le otorgamos… pero ¿qué pasa cuando nosotros no podemos hacer nada para que los síes sean síes y los noes, noes, y no viceversa? Tras vivir muchas de estas situaciones, porque eso es lo que tiene tener más de 25 años, no apostamos por volvernos huraños y no querer confiar en nadie, tal vez sí saber llevar un escudo mayor del que llevamos, o tener más capacidad para discernir entre lo blanco y lo negro, pero nunca renunciar a vivir, y a convivir.
Pese a lo malo, pese al desengaño, pese al dolor, hacemos un canto a la esperanza, a la fuerza de la verdad, a creer en la acción, a seguir pensando que las cosas bien hechas, y que el esfuerzo continuado, tarde o temprano, tienen que tener su recompensa, sea como fuere, y evidentemente esperemos que en esta vida, pero nos negamos a volvernos elementos del mundo de las sombras, preferimos seguir creyendo en la luz, en la luz que aporta el querer, el saber, el hacer, el continuar. La voluntad de hacer, de no parar, y de rehacerse tiene que ser la que dirija nuestro caminar.
Las piedras son enormes, los muros pueden llegar a ser gigantescos, pero es que además el camino se llena de hoyos, de baches… pero pese a todo, pese a todos, aquí seguimos, aquí seguiremos, luchando por lo que queremos, por lo que creemos, y por supuesto de la única manera en la que se puede conseguir, haciendo, haciendo, haciendo… No sabemos lo que nos depara el futuro, no sabemos cuántas hostias más nos llevaremos, no sabemos nada, pero sí que cuando quieres algo de verdad, sea lo que sea, nunca puedes dejar de intentarlo. Así que no olvidemos el mensaje de hoy, cuando los días sean grises, saquemos un paraguas de colores, porque al final nuestra actitud es la que decide. Recordad que si yo cambio, todo cambia… así que nuestra actitud será la que decida si la botella está medio llena o está medio vacía. No hay más, si te caes, te levantas. Si te equivocas, pides perdón, y vuelves a intentarlo. Como hemos dicho muchas veces, voluntad, constancia y humildad, esas serán nuestras armas. No te rindas, nunca te rindas, pase lo que pase, porque nuestros límites están mucho más allá de lo que creíamos…
https://www.youtube.com/watch?v=fE0nRK24UGo
por grupo3estudios | Abr 11, 2016 | El Grial de tu Empresa, Lunes positivos
“No te des por vencido, aunque lo estés. Vuela, llora, corre y sueña sin descanso hasta lograrlo. La vida sigue y tu alma debe crecer, porque jamás sabrás lo fuerte que eres, hasta que ser fuerte no sea tu única opción” – Anónimo
Nos gusta mucho cuando propios y extraños enviáis por el medio que sea fotos de azucarillos, a modo de sugerencia, porque os gustan, o porque tenéis el detalle de recordar este grial y de enviarlas. El de esta semana nos llegó por alguna de estas vías y por supuesto, os lo agradecemos de corazón. Saber que cada semana muchos y muchas de vosotros esperáis a que el lunes ese chute de energía positiva os llegue en forma de sobrecito de azúcar nos ha hecho que desde hace ya más de un año, sí como lo oís, ya llevamos un año con esto de los sobrecillos, no hayamos fallado nunca, a pesar de haber habido semanas más que difíciles, momentos horribles, en lo personal y por supuesto en lo profesional… pero saber que teníamos una cita y que esta era ineludible ha sido una de las cosas que también nos ha servido en determinados momentos para tener más coherencia y sobre todo, cuando las fuerzas tal vez, más flaqueaban, para tomar impulso y decir, ¡vaaaamoooossss, aquí está el azucarillo y no son simples palabras, son creencias y afirmaciones basadas en la experiencia propia!”.
Recordad que aquí somos muy de escarmentar en carnes propias todas las cosas que decimos, y tal vez por eso sea por lo que pese a que ya van más de un año, con sus doce meses y sus cincuenta y dos semanas, todavía lo seguís leyendo, compartiendo, demandando más, de verdad muchas gracias porque para quién escribe, no hay mayor regalo que te lean.
El 6 de marzo de 2015 abríamos nuestro particular cajón de azúcares, con la intención de compartir un trocito de realidad, y de haceos partícipes de un camino que se vislumbraba complicado, y en el que necesitábamos creer. Necesitábamos convencernos de que podíamos, de que éramos capaces, de que estábamos hechos de la pasta necesaria para afrontar todos los retos, para tirar los muros, para dejarnos la piel en el intento, y sobre todo, para tener la valentía y la humildad de hacerlo, de caernos, una y otra, y otra, y otra vez… y siempre levantarnos una más de las que hincábamos la rodilla en el suelo. Abríamos esta sección, que hoy forma parte de nuestro ADN y nos consta que del de alguno y alguna de vosotras también, con uno de los “azucarillos sublimes” con lo que ha sido nuestra bandera a lo largo de todo este tiempo y que por supuesto esperamos que siga siendo, porque ojo, no vamos a dejar de lunes tras lunes, lanzar ese mensaje que nos dé el chute necesario para seguir adelante.
El primero de los azucarillos decía “la esperanza es desear que algo suceda, la fe es creer que va a suceder y la valentía es hacer que suceda”. Un año después estas palabras siguen grabadas a hierro en nuestro pecho, las hemos repetido muchas veces, les hemos sacado punta, y las hemos retorcido, siempre con la firme voluntad de que estábamos haciendo y que teníamos que seguir haciendo. Hoy un año después, podemos ponernos delante de vosotros, de los y las que nos estáis acompañando en este camino, y decir que aunque nos equivoquemos a veces, que aunque haya habido momentos de dolor, de error, de estar perdidos, hemos sido valientes, muy valientes, porque hemos y seguimos haciendo que las cosas sucedan.
Dejamos de llorar por lo mala que era la vida, por las diferentes injusticias que se estaban cebando con estas humildes gentes, y decidimos que había que secarse las lágrimas, limpiarse lo mocos, apretar los puños y tirar hacia adelante. ¿Fácil? Para nada, no nos engañemos, por momentos ha sido una auténtica mierda, y aún en otros muchos lo sigue siendo, pero ojo, aquí estamos, aquí seguimos. Avanzamos cada día lo que las fuerzas, el valor, las ganas, el empuje o lo que sea nos permite… Unos días más, otros menos, pero lo más importante es que no nos paramos y sobre todo que no retrocedemos.
Hemos aprendido mucho de la lucha, pero también hemos aprendido en este año mucho de la ayuda, del apoyo, de la humildad, de las manos que aparecen y que cuando menos te lo esperas se te tienden y te ayudan a seguir…
Gracias y mil gracias, por ser, por estar, por compartir, y por seguir siendo, estando y compartiendo… Esto no ha hecho nada más que empezar y un año no es nada. Estamos y seguiremos, porque queremos, y sobre todo porque nos matamos para ello. Hoy más que nunca podemos decir que creemos absolutamente en lo que dice el azucarillo de este lunes “serás feliz me dijo la vida, pero primero te haré fuerte”. Pues ahí estamos en ser como el acero…
https://www.youtube.com/watch?v=a7NuCsEo8JU