Se es más feliz, cuando se sabe lo que cuesta

Se es más feliz, cuando se sabe lo que cuesta

“No te des por vencido, aunque lo estés. Vuela, llora, corre y sueña sin descanso hasta lograrlo. La vida sigue y tu alma debe crecer, porque jamás sabrás lo fuerte que eres, hasta que ser fuerte no sea tu única opción” – Anónimo

Nos gusta mucho cuando propios y extraños enviáis por el medio que sea fotos de azucarillos, a modo de sugerencia, porque os gustan, o porque tenéis el detalle de recordar este grial y de enviarlas. El de esta semana nos llegó por alguna de estas vías y por supuesto, os lo agradecemos de corazón. Saber que cada semana muchos y muchas de vosotros esperáis a que el lunes ese chute de energía positiva os llegue en forma de sobrecito de azúcar nos ha hecho que desde hace ya más de un año, sí como lo oís, ya llevamos un año con esto de los sobrecillos, no hayamos fallado nunca, a pesar de haber habido semanas más que difíciles, momentos horribles, en lo personal y por supuesto en lo profesional… pero saber que teníamos una cita y que esta era ineludible ha sido una de las cosas que también nos ha servido en determinados momentos para tener más coherencia y sobre todo, cuando las fuerzas tal vez, más flaqueaban, para tomar impulso y decir, ¡vaaaamoooossss, aquí está el azucarillo y no son simples palabras, son creencias y afirmaciones basadas en la experiencia propia!”.

Recordad que aquí somos muy de escarmentar en carnes propias todas las cosas que decimos, y tal vez por eso sea por lo que pese a que ya van más de un año, con sus doce meses y sus cincuenta y dos semanas, todavía lo seguís leyendo, compartiendo, demandando más, de verdad muchas gracias porque para quién escribe, no hay mayor regalo que te lean.

El 6 de marzo de 2015 abríamos nuestro particular cajón de azúcares, con la intención de compartir un trocito de realidad, y de haceos partícipes de un camino que se vislumbraba complicado, y en el que necesitábamos creer. Necesitábamos convencernos de que podíamos, de que éramos capaces, de que estábamos hechos de la pasta necesaria para afrontar todos los retos, para tirar los muros, para dejarnos la piel en el intento, y sobre todo, para tener la valentía y la humildad de hacerlo, de caernos, una y otra, y otra, y otra vez… y siempre levantarnos una más de las que hincábamos la rodilla en el suelo. Abríamos esta sección, que hoy forma parte de nuestro ADN y nos consta que del de alguno y alguna de vosotras también, con uno de los “azucarillos sublimes” con lo que ha sido nuestra bandera a lo largo de todo este tiempo y que por supuesto esperamos que siga siendo, porque ojo, no vamos a dejar de lunes tras lunes, lanzar ese mensaje que nos dé el chute necesario para seguir adelante.

El primero de los azucarillos decía “la esperanza es desear que algo suceda, la fe es creer que va a suceder y la valentía es hacer que suceda”. Un año después estas palabras siguen grabadas a hierro en nuestro pecho, las hemos repetido muchas veces, les hemos sacado punta, y las hemos retorcido, siempre con la firme voluntad de que estábamos haciendo y que teníamos que seguir haciendo. Hoy un año después, podemos ponernos delante de vosotros, de los y las que nos estáis acompañando en este camino, y decir que aunque nos equivoquemos a veces, que aunque haya habido momentos de dolor, de error, de estar perdidos, hemos sido valientes, muy valientes, porque hemos y seguimos haciendo que las cosas sucedan.

Dejamos de llorar por lo mala que era la vida, por las diferentes injusticias que se estaban cebando con estas humildes gentes, y decidimos que había que secarse las lágrimas, limpiarse lo mocos, apretar los puños y tirar hacia adelante. ¿Fácil? Para nada, no nos engañemos, por momentos ha sido una auténtica mierda, y aún en otros muchos lo sigue siendo, pero ojo, aquí estamos, aquí seguimos. Avanzamos cada día lo que las fuerzas, el valor, las ganas, el empuje o lo que sea nos permite… Unos días más, otros menos, pero lo más importante es que no nos paramos y sobre todo que no retrocedemos.

Hemos aprendido mucho de la lucha, pero también hemos aprendido en este año mucho de la ayuda, del apoyo, de la humildad, de las manos que aparecen y que cuando menos te lo esperas se te tienden y te ayudan a seguir…

Gracias y mil gracias, por ser, por estar, por compartir, y por seguir siendo, estando y compartiendo… Esto no ha hecho nada más que empezar y un año no es nada. Estamos y seguiremos, porque queremos, y sobre todo porque nos matamos para ello. Hoy más que nunca podemos decir que creemos absolutamente en lo que dice el azucarillo de este lunes “serás feliz me dijo la vida, pero primero te haré fuerte”. Pues ahí estamos en ser como el acero…

https://www.youtube.com/watch?v=a7NuCsEo8JU

 

Fracaso y éxito, miedos y sueños… apuesta siempre por intentarlo

Fracaso y éxito, miedos y sueños… apuesta siempre por intentarlo

“El éxito es la habilidad de ir de fracaso en fracaso, sin perder el entusiasmo” – Winston Churchill

Está claro que los fracasos forman parte de los éxitos y que como tales los hemos de asumir. Tenemos que reconocer que a lo largo de estos años hemos tenido muchos fracasos, muchos. Han sido de todo color y de todo tipo. Fracasos relacionados con las personas. Fracasos relacionados con el equipo de trabajo. Fracasos relacionados con las finanzas. Fracasos, fracasos, fracasos…

Normalmente a la gente le da pudor reconocerlos. Nos da miedo reconocer que hemos metido la pata, o que hemos hecho las cosas mal, porque pensamos que este reconocimiento hará que se nos cierren puertas. Y tal vez en el mundo de las mentes estrechas esto sea así. Que no te acepten porque te equivocaste, que no te quieran porque erraste. Pero la cuestión es ¿quién es más fuerte y está más preparado o preparada para asumir retos, quién nunca ha fracasado, o quién lo ha hecho, y a pesar de ello, se ha levantado y ha vuelto a intentarlo?

La respuesta es clarísima, si hay que iniciar retos o ir a la batalla que supone la jungla profesional y empresarial, preferimos hacerlo con quien se ha caído, se ha levantado y ha seguido hacia delante. Y si esto le ha ocurrido más de una vez, pues mejor que mejor, porque así tendrá más dura la piel, más grandes los espolones y su experiencia y su nivel de resistencia será mayor.

La soberbia de no haber comido polvo, desde mi humilde punto de vista es un hándicap, no es para nada una ventaja. Quiénes hemos bajado al infierno, sabemos lo que pasa allí, sabemos lo que cuesta subir de nuevo, y por supuesto, demostramos cada día y en cada momento que somos capaces. Puede que no lo logremos, y que finalmente terminemos muriendo en el intento, pero nadie nos podrá decir que no lo hicimos, que nos achantamos o que nos conformamos.

Hoy queremos desde nuestro grial reivindicar a los fracasados, porque a través de nuestros fracasos nos hemos forjado con madera de súper héroes, alimentándonos de la mayor de las pócimas mágicas, los sueños. Los sueños son los que nos han hecho convertirnos en seres fuertes, capaces de seguir adelante, aún cuando la lógica y la sociedad te aconsejan tirar la toalla. Los sueños son el elixir que nos ha permitido superar las barreras, los obstáculos, levantarnos mil y una vez, porque nos habíamos caído mil.

Seremos fracasados, seremos fracasadas, pero nuestros sueños han vencido a nuestros miedos, y por ello, porque no hemos dejado de ser fieles a nosotros mismos, podemos ir con nuestra cabeza bien alta. Hemos aprendido la más grande de las lecciones que puede recibir el ser humano, y esta no es otra que la humildad. Sabemos pedir perdón por los errores, somos capaces de pedir ayuda cuando lo necesitamos, no nos creemos mejores que nadie (tampoco peores), somos conscientes del valor de las cosas, y de las dificultades que entrañan las piedras del camino, algunas, auténticos monolitos gigantescos.

Por eso aquí y ahora nos confesamos en el lado del fracaso, sí. Pero gracias a ese fracaso hemos crecido, hemos aprendido, hemos emprendido. Pedimos perdón, pedimos ayuda, y sobre todo damos las gracias, y damos las gracias más que a nadie, a esas personas que pese a vernos en el barro, han creído y nos han creído. Nos han ofrecido su mano, y nos han dado su consuelo, aunque a veces haya supuesto un gran tirón de orejas para hacernos reflexionar y para ser conscientes de la verdad. Por enseñarnos que la realidad es lo que es, y no lo que queremos que sea.

De los fracasos, nacen los éxitos, y cuanto más grande ha sido el fracaso, mayor es el éxito que puede estar esperándolo. Así que para terminar, sólo decir que no importa que las cosas salgan mal, porque muchas veces no depende sólo de nosotros el que sea diferente, lo que sí depende es que aprendamos y que sigamos, venciendo a nuestros miedos, adelante con nuestros sueños. No hay mayor fracaso que no intentarlo, eso no lo olvidemos nunca. No pienses nunca en que eres un gafe, o en que tienes mala suerte, sólo supera lo que te ocurra, porque si te sucede, puedes con ello.

Yo sueño, y sueño con hacer cosas que quiero, que me gustan, y eso me hace ser feliz y sentirme en paz con mi propia persona. Y no me quedo en soñarlas, sino que las estoy haciendo, poco a poco, pero sin parar ni un momento. He fracasado muchas veces, me he caído y por supuesto que me he lastimado, pero aquí sigo, firme, intentándolo una vez tras otra… fracasaré, pero el miedo a intentarlo no me venceráGracias por enseñarme a ser así, el tener un faro, siempre ayuda.

https://www.youtube.com/watch?v=ACMjcFx5xlc